Una de las características de los grandes equipos es la flexibilidad. Tener la capacidad de adaptarse con rapidez en esta Fórmula 1 híbrida sigue siendo un valor. Ser el más rápido y serlo desde el primer momento en el que sales a la pista es lo que siempre ha distinguido a los buenos de los mejores.

Mercedes las pasó canutas en este mismo circuito el pasado fin de semana con el paso sobre los pianos, que comprometió la fiabilidad de sus monoplazas. Repetir pista -solo cambiando el nombre del Gran Premio- era una oportunidad para que los del equipo de Brackley aprendieran en 7 días hasta dónde podían forzar la máquina para lograr el habitual resultado de la fórmula híbrida: el doblete, normalmente encabezado por Hamilton. Y la aprovecharon.

Repetir carreras en un mismo trazado es la solución en este escenario de coronavirus que va a permitir llenar el calendario y ahorrar costes, pero ayuda a que los que son rápidos lo sean todavía más. Dar a esos equipos tiempo para interpretar sus errores significa que no los volverán a repetir. Cierto es que el chaparrón de la clasificación y la diferente temperatura de la pista en este fin de semana aportaba incertidumbre, pero nada de eso impidió que el domingo acabará con el uno dos de los de Mercedes.

Esa repetición de escenario también benefició al segundo de los más fuertes: Red Bull. El abandono de Max la pasada semana no se volvió a repetir. Verstappen no pudo con los Mercedes, como había hecho en los dos últimos años. Pero en su equipo aprendieron del pasado fin de semana y esta vez no se les escapó el podio.

Todo lo que esa flexibilidad permitió mejorar a Mercedes y Red Bull en esta segunda oportunidad en la pista de Spielberg lo desaprendió Ferrari. Perdidos en mitad de la parrilla, Leclerc cometió un gran error y eliminó a los dos coches rojos en un tonto incidente. Binotto fue también flexible -siendo Charles el responsable del fiasco- y decidió no buscar culpables, a pesar de lo decepcionante del doble abandono. Los de Maranello tienen solo 19 puntos frente a los 48 que el año pasado tenían tras dos carreras.