El inquietante augurio de Gonzalo Bernardos sobre el futuro de tu alquiler

El alquiler ha emergido como una opción alternativa a la compra de viviendas para establecer el núcleo familiar. A medida que las preferencias de estilo de vida cambian y las demandas laborales evolucionan, esta vía ofrece una flexibilidad que se adapta a las necesidades cambiantes de las personas.

Una de las principales ventajas es la libertad de no comprometerse a largo plazo. Los inquilinos pueden optar por diferentes tipos de viviendas según su situación actual. Ya sea un piso en el centro de la ciudad o una casa más tranquila a las afueras o en las ciudades dormitorio de las grandes urbes.

Más flexibilidad que en la compra

En la mayoría de los casos, los propietarios son responsables del mantenimiento y las reparaciones, lo que alivia a los inquilinos de cargas financieras inesperadas. Esto siempre da esa tranquilidad de saber que no tendrás el 'marrón' de arreglar cualquier cosa que se estropee.

Con costes iniciales más bajos en comparación con la compra de una vivienda, el alquiler permite a las personas tener más flexibilidad financiera para perseguir otros objetivos importantes, como emprender un negocio, viajar o invertir en educación. Cuando la vida da giros, esperados o no, el alquiler ofrece una transición más suave. Cambiar de ciudad por una nueva oportunidad laboral o acomodar cambios en la estructura familiar se vuelve menos complicado con un contrato de alquiler que comprando y vendiendo las viviendas.

Gonzalo Bernardos carga contra la Ley de Vivienda y espera un futuro complicado

El conocido (y polémico) economista y colaborador habitual de LaSexta Xplica ha alertado sobre un futuro desesperanzador para el alquiler. Gonzalo Bernardos considera que el problema no son los pisos turísticos en sí sino la "malísima regulación de muchos ayuntamientos que ha hecho que en determinados barrios haya un excesivo número de viviendas turísticas".

Tras ello cargó contra la Ley de Vivienda, asegurando que "el que la ha hecho tiene un problema que es que no sabe de vivienda". El problema que vaticina es una "globalización de la población" que haría que la llegada de ciudadanos procedentes de otros lugares acapararía la oferta de alquileres "expulsando a la población nativa" al no haber viviendas suficientes.