El truco para ganar el Gordo en la Lotería de Navidad del hombre al que le ha funcionado seis veces

La Lotería de Navidad no es un sorteo más. La inmensa tradición que acumula la convierte en una de las citas más esperada del año. Cada año, la ilusión se desborda en torno al Sorteo Extraordinario de Navidad, un evento que une a familias, amigos y comunidades enteras en una espera llena de emoción. Es más probable que nos caiga un rayo encima, pero todo el mundo tiene la ilusión de que le toque.

Desde su primera edición en 1812, la Lotería de Navidad siempre está marcada en rojo en el calendario festivo español. La alegría de los afortunados que se hacen con "El Gordo", premio dotado en cuatro millones de euros, inaugura la temporada navideña. Su legado histórico y su capacidad para generar ilusión han perdurado a lo largo de los años y las generaciones.

La esperanza es lo último que se pierde

La característica más distintiva de este sorteo es la emoción que despierta a tanta gente. Se pueden llegar a ver colas interminables frente a las administraciones de lotería, con personas ansiosas por adquirir un décimo con la esperanza de que les traiga la fortuna. La ilusión de ganar y cambiar tu vida, además de la superstición, crea un ambiente de alegría contagiosa.

La Lotería de Navidad vende el espíritu de compartir. El mayor premio es quedártelo para ti, pero ser generoso queda muy bien en los anuncios anuales del sorteo. Sí es cierto que muchos grupos de amigos, compañeros de trabajo y familias se unen para comprar participaciones de manera conjunta y aprovechar para jugar más números, aunque sea con menos euros apostados. La idea de que la suerte puede tocar a varios a la vez refuerza el sentimiento de comunidad. Pero muchos simplemente participan por miedo a que le toque a los demás y a ellos no.

Todo lo que debes saber de la Lotería de Navidad

Más allá del premio en efectivo, la Lotería de Navidad tiene un impacto significativo en la sociedad. Los premios suelen caer bastante repartidos diferentes regiones del país, por lo que puede tocarle a cualquiera. Los informativos televisivos se llenan de las historias de aquellos a quienes les acaba de cambiar la vida. A medida que se acerca el sorteo, la emoción y la anticipación inundan cada rincón del país con la improbable ilusión de que este año sí nos toque.

Realmente la Lotería de Navidad no es el mejor sorteo si lo que quieres es hacerte de oro. Por un décimo de 20 euros aspiras a un máximo de 400.000, quitando impuestos, si te toca el Gordo. Si juegas, por ejemplo, una papeleta de 4 euros el premio sería de 80.000. Una gran suma que cualquiera querría pero que no te resuelve la vida, cuando hay otros sorteos en los que apostando esas cantidades te puedes llevar una millonada. En cualquier caso, la gracia del 22 de diciembre está en que hay una altísima cantidad de premios pequeños y tienes más opciones de llevarte un pequeño pellizco si te toca una pedrea o al menos recuperar parte del gasto con los números en los que te toque la devolución.

Raymond Roberts, el estadounidense que ganó seis veces la lotería

El veterano Raymond Roberts es una de las más célebres personas a las que la lotería ha cambiado la vida. Desde su hazaña del 14 de diciembre de 2022 el 'abuelo de Estados Unidos' ya es conocido por todos y vive a todo tren. A diferencia de otros ganadores que aseguran que compraron su boleto de casualidad, este ciudadano de Massachussets no tuvo reparos en compartir el truco que le ha hecho rico.

Roberts confeccionó veinte años atrás su número de la suerte combinando dos fechas importantes para él y decidió jugarlo todo a esa cifra en todos y cada uno de los sorteos de lotería. Por estadística, le pareció más probable ganar esperando a que toque alguna vez que ir cambiando de número y toque uno que había jugado anteriormente. Y vaya sí le funcionó, porque tenía seis papeletas del número ganador y se ha forrado.

El premio que ofrecía la Lotería Estatal de Massachussets era una paga de 25.000 dólares al año de por vida. Un gran pellizco pero insuficiente para resolver su vida e incluso para compensar el dinero que lleva gastado en sus dos décadas rozando la ludopatía. Por ello decidió jugar seis veces ese número mágico y al tocarle el premio ha sido de 150.000 dólares anuales. Una cifra muy suculenta que sí le soluciona todos los problemas y en un formato idóneo para que el premio se ingrese gradualmente y así evitar despilfarrarlo todo de una. Nuestro consejo, por cierto, es que no pierdas la cabeza y no lo imites: por cada caso feliz como este hay miles de personas que se arruinan por la adicción al juego.