Las Maldivas españolas que son más baratas y puedes visitar este verano

A estas alturas del año muchos españoles comienzan a planear sus vacaciones de verano, incluso algunos todavía buscan opciones desesperadas para Semana Santa. El final de las Fallas y la llegada del buen tiempo a la Península Ibérica invita a realizar alguna pequeña escapada.

También muchos aprovechan para quitarse esas ganas de vacaciones reservando viajes para los próximos meses. Quizá alguna buena oportunidad todavía está en el mercado y hay que moverse rápido. Todo para intentar no rascarse mucho el bolsillo y encontrar un alojamiento barato o al menos asequible.

Aunque en la Tierra existen continentes y lugares extraordinarios y exóticos, la economía familiar muchas veces limita las opciones. Por eso hay que mirar hacia lugares más cercanos como Europa o incluso en el interior de España. Toda la geografía nacional cuenta con un sinfín de paraísos naturales, pueblos medievales preciosos, islas casi desiertas e incluso castillos como el de Peñíscola.  Por suerte se pueden encontrar grandes rincones sin salir de la península ibérica y muy cerca de casa.

La barata joya paradísiaca escondida en las Canarias

En este caso vamos a detener la bola del mundo en las Islas Canarias. Este archipiélago español frente a las costas del noroeste de África es uno de los lugares favoritos para disfrutar de las vacaciones en nuestro país.

El origen volcánico de las islas permite disfrutar no solo del buen clima de sus paradisíacas playas, sino también de muchas opciones para visitar el interior de cada una de las ínsulas.

Pero de todo el ramillete de opciones en las Canarias este artículo hemos decidido quedarnos con una en concreto. A solo treinta minutos en barco desde Lanzarote se encuentra una de las joyas nacionales. Algunos se han atrevido incluso a llamarlas ‘Las Maldivas Españolas’. Así pues una vez te subas al ferry este pondrá rumbo a La Graciosa, una maravilla de la naturaleza.

En esta fabulosa isla te encontrarás con un pueblo pesquero lleno de playas vírgenes y la sensación de estar en un paraíso en medio del océano Atlántico.

Tanta es las sensación de libertad que los caminos y sendas de La Graciosa están sin asfaltar. Poco ruido, mucha naturaleza y un sinfín de planes como pasear por la geografía de la isla o visitar la misma en bicicleta.

Ahora bien antes de que se ponga de moda y todo el mundo quiera visitar esta maravilla canaria debes saber que en los últimos años las reservas se han disparado hasta un ¡91%! Casi nada.