El precioso pueblo valenciano que tiene unas cataratas aún mejores que las del Niágara

A veces no hace falta cruzar el charco para ver los espacios naturales más impresionantes sino que los tienes más cerca de casa de lo que pensabas

El pueblo valenciano con unas cataratas mejores que las del Niágara

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Ya se acerca el verano y, en general, las vacaciones. Pero es un hecho que ya es posible aprovechar un buen fin de semana o puente para disfrutar de una escapada. A todos nos gustan los destinos lejanos, exóticos y paradisiacos, pero lamentablemente no están al alcance de cualquier bolsillo. Y más con la delicada situación económica actual. Sin embargo siempre hay alternativas low cost.

Un lugar que todo turista quiere visitar alguna vez en su vida son las cataratas del Niágara. Ubicadas en la frontera de Estados Unidos con Canadá, estas tres impresionantes cascadas no dejan indiferente a nadie. Su caída es de unos cincuenta metros y ofrece una estampa que nada puede igualar... ¿o sí?

Las cataratas del Niágara tienen un rival en Valencia

Siguendo la ruta de pozas y cascadas de Bolbaite se llega al impresionante Salto de Chella

Siguendo la ruta de pozas y cascadas de Bolbaite se llega al impresionante Salto de Chella / Comunitat Valenciana

Aunque no lo creas hay muchas cascadas preciosas en España. Las más famosas probablemente sean las del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragonés, o el impresionante Salto del Nervión, entre las provincias de Álava y Burgos. Pero prácticamente todas las provincias tienen parajes naturales que merece la pena visitar.

En Valencia hay que destacar Bolbaite. Es un municipio de apenas 1.347 habitantes que se encuentra al sudeste de la provincia y tiene origen medieval. Tanto su naturaleza como su arquitectura, destacando un castillo del siglo XIII que está construido sobre una antigua fortaleza islámica, bien merecen la pena.

Se puede decir que las cataratas de este pueblo son aún mejor que las del Niágara, porque son mucho más tranquilas y puedes bañarte en las pozas del río Sellent y disfrutar más del paraje desde dentro, además de refrescarte en épocas de calor. Si exploras te encontrarás la fabulosa Cascada del Caracol y si sigues el recorrido te toparás con el Salto de Chella, que tiene un salto de 25 metros, llegando a la mitad de altura que sus homólogas americanas. Además, las vistas son inigualables. Poco que envidiar y una opción mucho más barata para irte de excursión.