Trucos para gastar menos agua en la rutina de limpieza

La conservación del agua es un tema de suma importancia en la actualidad. Con la preocupación creciente por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, es fundamental adoptar prácticas que nos permitan reducir el consumo de este recurso tan valioso en nuestras actividades diarias, como lavar la ropa, fregar a mano o utilizar el lavavajillas. La rutina de limpieza doméstica es inevitable, pero ¿sabes cómo ahorrar agua? Existen una serie de trucos y consejos para optimizar su uso mientras limpias sin comprometer la limpieza y el resultado final.

Cuando se trata de lavar la ropa a mano o fregar los platos, es importante no desperdiciar agua. En lugar de llenar el fregadero o el balde hasta arriba, utiliza solo la cantidad necesaria para realizar la tarea. Un buen truco es mantener el grifo cerrado mientras enjabonas la ropa o los platos, y luego enjuagar todo de una sola vez. De esta manera, reducirás significativamente el consumo de agua. Cuando utilices la lavadora, asegúrate de seleccionar el ciclo adecuado según la cantidad de ropa y su nivel de suciedad. Los ciclos cortos y de bajo consumo de agua son ideales para prendas poco sucias o para refrescar la ropa que solo se ha usado una vez. Además, considera esperar a tener una carga completa antes de poner en marcha la lavadora para maximizar la eficiencia y minimizar el uso de agua.

Consejos importantes

• Emplea tecnologías ahorradoras de agua: Si estás en el mercado en busca de un nuevo lavavajillas o lavadora, opta por modelos que cuenten con tecnologías de ahorro de agua. Muchos electrodomésticos modernos están diseñados para utilizar menos agua sin comprometer la calidad del lavado. Busca etiquetas de eficiencia energética y consumo de agua antes de realizar tu compra para asegurarte de elegir la opción más ecoamigable.
• Reutiliza el agua de enjuague: El agua utilizada para enjuagar la ropa o los platos no necesariamente tiene que ir directamente por el desagüe. Puedes reutilizar esta agua para otras tareas domésticas, como regar las plantas o limpiar pisos y superficies. Solo asegúrate de que no contenga productos químicos fuertes que puedan dañar tus plantas o superficies.

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• Adopta productos de limpieza ecológicos: Al elegir detergentes y productos de limpieza, opta por aquellos que sean biodegradables y respetuosos con el medio ambiente. Estos productos tienden a requerir menos enjuague, lo que se traduce en un menor consumo de agua. Además, contribuirás a reducir la contaminación del agua con químicos nocivos.
• Repara fugas y goteos: Las fugas y los goteos pueden desperdiciar grandes cantidades de agua sin que te des cuenta. Revisa regularmente tus grifos, tuberías y electrodomésticos en busca de posibles fugas y arréglalas de inmediato. Una pequeña fuga puede parecer insignificante, pero a lo largo del tiempo puede representar un desperdicio significativo de agua.
• Lava la ropa a temperaturas más bajas: Una gran cantidad de energía se utiliza para calentar el agua durante el proceso de lavado de la ropa. Reduzca este consumo utilizando temperaturas más bajas siempre que sea posible. Muchos detergentes están diseñados para funcionar igual de bien en agua fría o tibia, por lo que no comprometerás la limpieza de tu ropa al hacer este cambio.
• Empieza con la ropa menos sucia: Cuando tengas varias cargas de ropa para lavar, comienza por aquellas que estén menos sucias. De esta manera, podrás reutilizar el agua de lavado para la próxima carga, maximizando su eficiencia y reduciendo el consumo total de agua.

'Tips' para ahorrar agua con la lavadora

¿Creemos que ahorrar agua al lavar la ropa depende solo de lo moderno de nuestro electrodoméstico? No es así del todo. Cierto que hay lavadoras diseñadas para controlar por medio de sensores el nivel, pero buena parte del ahorro proviene de los criterios y las prácticas que ejecutamos. Ahorramos agua recurriendo a fórmulas domésticas que, de generación en generación, han ayudado a conservar la ropa en buen estado. Como veremos, no se trata solo de gastar en la lavadora menos agua de la necesaria, sino de estrategias para reducir las lavadas. Son cerca de 50 litros promedio de agua por lavada a unas 220 anuales según el cálculo estándar, que podrían estar mejor distribuidas y empleadas. 

1. Comprar una lavadora que ahorre agua: Estas lavadoras ahorran agua, detergente y suavizante por los dispositivos que gestionan los productos según la suciedad, el tejido y la cantidad de ropa. Por otro lado, la tendencia de los fabricantes es producir modelos ahorradores, dada la presión ecológica. Entre los modelos eficientes están las lavadoras de carga frontal. Muy efectivas por los movimientos de golpe y caída de la ropa y la mejor circulación del agua.
2. Clasificar y poner a lavar la carga completa: Apartemos por color y por tipos de tejidos, pues las fibras textiles precisan ciclos de lavado distintos en función de que sean naturales o sintéticas. De esta clasificación depende también el uso de más o menos agua. Lavar todos los días la ropa en lavadora no parece una buena opción en caso de vivir solos o ser pocos en el hogar. Acumulemos hasta lograr el tope de la capacidad para que la lavadora haga el trabajo adecuado. Consumirá el agua justa y ahorraremos energía.
3. No lavar toda la pieza, sino ir directo a la suciedad o la mancha: Con tal de que no sean calcetines o ropa interior, es probable que ciertas prendas de vestir puedan ser usadas más de una vez. Y en caso de algún accidente, como una mancha de sudor o comida, hay trucos que pueden evitar el lavado total.
4. Lavar a mano: La ropa más pequeña es lavable a mano. La interior puede ser en el momento de la ducha, dejando para la lavadora la más pesada y exigente. Usaremos poca agua y tendremos mejores resultados. Además, hay retos de limpieza que solo viene bien asumir de esta manera, como los puños y los cuellos de las camisas. La lavadora y sus ciclos, en muchos casos resultan insuficientes para la sudoración y el percudido.
5. Reusar: Algunos modelos de lavadoras piden el mismo volumen de agua que usaron al inicio para el último enjuague. Esto es, sin duda, un desperdicio. Hallar la manera de reusar este líquido nos puede servir para iniciar una nueva lavada. Por cierto, una opción para llevar agua a la lavadora es retener en un recipiente aquella que dejamos correr esperando que la ducha caliente. Y siguiendo en el ámbito ecológico, los detergentes líquidos requieren menor cantidad de agua para sacarlos de la ropa.

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