El truco definitivo para dejar los cristales de casa relucientes con poco esfuerzo

Limpia tus cristales siguiendo estos sencillos trucos y disfruta de unas ventanas y espejos impecables en tu hogar

Para empezar hay que limpiar la parte superior de las ventanas y ve bajando hacia abajo.

Para empezar hay que limpiar la parte superior de las ventanas y ve bajando hacia abajo. / SD

Los cristales limpios y relucientes pueden darle a tu hogar un aspecto fresco y luminoso. El polvo acumulado en el ambiente hace que los cristales de nuestras ventanas estén sucios y eso aumenta la sensación de que la casa no está tan limpia como te gustaría. Además, no se que limpiar los cristales sea lo más divertido del mundo. De hecho, son muchos los que odian esta labor y no conocen la forma de abordarla de manera rápida y sencilla. Existen una serie de consejos y trucos caseros para limpiar los cristales de las ventanas, paredes de cristal, puertas de vidrio o espejos queden impolutos. ¡Como los chorros del oro!

Antes de embarcarnos con la limpieza del propio cristal, debemos comenzar primero con los marcos de la ventana, puerta o espejo. Si no lo limpias al principio es fácil que cuando lo vayas a hacer vuelvas a manchar los cristales que ya has limpiado. Dependiendo del tipo de material del marco, habrá que limpiarlo de una forma diferente. Así, los marcos de aluminio podemos limpiarlos con agua templada y detergente. Si, por el contrario, los marcos son de madera, es mejor utilizar algún producto específico que no lo estropee.

Afortunadamente, existen trucos y consejos que puedes seguir para lograr unas ventanas y espejos perfectamente limpios.

Afortunadamente, existen trucos y consejos que puedes seguir para lograr unas ventanas y espejos perfectamente limpios. / Redacción SD

Los mejores trucos para limpiar los cristales:

  1. Preparación adecuada: Comienza reuniendo los materiales necesarios, como un limpiacristales de calidad, agua tibia, vinagre blanco y paños de microfibra. También asegúrate de elegir un día nublado para evitar que el sol seque rápidamente la solución de limpieza.
  2. Elimina el polvo: Antes de aplicar cualquier producto de limpieza, es importante eliminar el polvo y la suciedad suelta. Usa un plumero o un paño suave para quitar el polvo de la superficie de los cristales.
  3. Prepara una solución limpiadora: Mezcla en un recipiente una parte de vinagre blanco y tres partes de agua tibia. Si no te gusta el olor del vinagre, puedes añadir unas gotas de detergente líquido para platos.
  4. Limpia de arriba hacia abajo: Comienza limpiando las partes superiores de las ventanas y ve bajando hacia abajo. Utiliza un paño de microfibra o un papel de periódico para aplicar la solución limpiadora en movimientos circulares.
  5. Seca con un paño limpio: Una vez que hayas limpiado toda la superficie de los cristales, utiliza un paño limpio y seco para secarlos. Esto ayudará a evitar las marcas de agua y dejará un acabado brillante.
  6. Presta atención a los marcos: No olvides limpiar también los marcos de las ventanas. Utiliza un paño suave humedecido en la solución limpiadora y sécalos adecuadamente.
  7. Mantén una rutina de limpieza regular: Para mantener los cristales siempre limpios, es importante establecer una rutina de limpieza regular. Puedes hacerlo semanalmente o cada dos semanas, dependiendo de tus necesidades.

Productos específicos

Para limpiar los cristales de una forma adecuada siempre es una buena opción optar por los productos específicos que puedes adquirir en diferentes tiendas y supermercados. Puedes hacerlo mediante una bayeta o una esponja para esparcir el producto y frotar con suavidad, con cuidado de no rallar el vidrio, para que salga la suciedad y el polvo que recogen los cristales. Es recomendable hacer movimientos envolventes. Si los cristales que queremos limpiar tienen mucha suciedad podemos ir un paso más allá y hacer nosotros mismos una potente mezcla compuesta por agua, amoniaco y lavavajillas. Con ella iremos limpiando los cristales uno a uno y después enjuagaremos con una bayeta húmeda en agua limpia.

Si todavía no han salido todas las manchas podemos utilizar una rasqueta de goma para terminar de desprender la grasa y la suciedad más fuerte. Una vez que hayamos dejado los cristales limpios nos dispondremos a secarlos con un trapo suave y que no deje pelusas. Si no tenemos un trapo de estas características, un buen sustituto puede ser el papel de cocina.

Comienza reuniendo los materiales necesarios, como un limpiacristales de calidad, agua tibia, vinagre blanco y paños de microfibra.

Comienza reuniendo los materiales necesarios, como un limpiacristales de calidad, agua tibia, vinagre blanco y paños de microfibra. / Redacción SD

Si el cristal no está muy sucio y tan solo tiene algunas marcas de huellas, podemos optar por emplear una mezcla de alcohol con agua para eliminarlas. Así, estas marcas tan habituales en hogares con niños tendrán sus días contados.