Los trucos definitivos para la limpieza de calzado según su tipo

El cuidado adecuado del calzado es esencial para mantener su aspecto impecable y prolongar su vida útil. Sin embargo, no todos los tipos de calzado requieren el mismo enfoque de limpieza. Desde elegantes zapatos de cuero hasta zapatillas deportivas de tela, cada material tiene sus propias necesidades específicas de mantenimiento. Saber diferenciar es fundamental para conseguir el objetivo de forma exitosa.

Zapatos de cuero

Los zapatos de cuero son elegantes y versátiles, pero requieren cuidado regular para mantener su apariencia sofisticada. Para limpiarlos:

• Comienza eliminando el polvo y la suciedad con un cepillo suave o un paño limpio y húmedo.
• Aplica un limpiador de cuero específico utilizando un paño suave y limpio.
• Si hay manchas persistentes, prueba a utilizar una mezcla de agua y vinagre en partes iguales.
• Después de limpiar, deja secar los zapatos al aire libre, lejos de la luz directa del sol.
• Finalmente, aplica un acondicionador de cuero para mantener la suavidad y la flexibilidad del material.

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Productos recomendados

• Limpiador de cuero.
• Acondicionador de cuero.
• Cepillo suave.

Trucos caseros

• Limpiar con vinagre de limpieza y bayeta microfibra
• Aplicar Nivea al ser tan hidratante, lograrás que la piel adopte un tono más natural, así como corregir sus posibles irregularidades.

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Zapatillas deportivas

Las zapatillas deportivas son ideales para un estilo casual, pero pueden ensuciarse fácilmente, especialmente si las usas para actividades al aire libre. Para limpiarlas:

• Retira los cordones y las plantillas si es posible.
• Lava las zapatillas a mano o en la lavadora utilizando un detergente suave y agua fría.
• Para las manchas difíciles, frota con un cepillo suave y un poco de detergente.
• Evita poner las zapatillas en la secadora, en su lugar, déjalas secar al aire libre, preferiblemente a la sombra.
• Una vez secas, vuelve a colocar los cordones y las plantillas.

Productos recomendados

• Detergente suave.
• Cepillo suave.
• Agua fría.

Dentro de este tipo de calzado, tienen un apartado especial las clásicas zapatillas de lona tipo converse. Su limpieza, sobre todo en el caso de las blancas es fundamental. Al respecto hay diferentes teorias y recomendaciones caseras. Para hacerlo a mano debemos ponerlas en un barreño con agua caliente añadimos 2 cucharadas de percarbonato y dejamos actuar mínimo 1 hora. Sacamos las zapatillas, añadimos jabón y damos con un cepillo. Aclaramos muy muy bien. Aún mojadas echamos Maicena y dejamos secar al sol, pero sin que de directamente.

Si por el contrario prefieres lavarlas en lavadora; es importante cubrir las zapatillas con una toalla para amortiguar golpes y evitar su rotura. Añadimos 1 tapón de Detergente y 1 tapón de percarbonato y lavamos a 40 grados. Aún mojadas echamos Maicena y dejamos secar al sol, pero sin que de directamente.

Botas de gamuza

Las botas de gamuza son elegantes y acogedoras, pero requieren un cuidado especial para evitar dañar su delicada superficie. Para limpiarlas:

• Usa un cepillo de gamuza o un paño suave para eliminar el polvo y la suciedad.
• Si hay manchas, puedes probar a frotar suavemente con una goma de borrar para gamuza.
• Para manchas más difíciles, aplica un limpiador de gamuza siguiendo las instrucciones del fabricante.
• Después de limpiar, cepilla suavemente las botas en una dirección para levantar la siesta de la gamuza.
• Para protegerlas contra futuras manchas, aplica un spray impermeabilizante específico para gamuza.

Productos recomendados

• Cepillo de gamuza.
• Goma de borrar para gamuza.
• Limpiador de gamuza.
• Spray impermeabilizante para gamuza.

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Trucos y consejos

• Secado natural: Siempre deja secar los zapatos al aire libre, evitando fuentes de calor directas como secadoras o radiadores, ya que pueden dañar el material.
• Prevención de olores: Para mantener los zapatos frescos y libres de olores, puedes colocar bolsitas de gel de sílice o bicarbonato de sodio en su interior cuando no los estés usando.
• Rotación de zapatos: Alterna el uso de tus zapatos para que tengan tiempo suficiente para airearse y recuperar su forma original.
• Almacenamiento adecuado: Guarda tus zapatos en un lugar fresco y seco, preferiblemente en bolsas de tela o cajas para protegerlos del polvo y la humedad.