El secreto para mantener tus toallas siempre impecables

Es importante tenerlas disponibles suaves, frescas y perfectas para su uso diario en casa

Las toallas son elementos esenciales en nuestra vida diaria, pero muchas veces pasan desapercibidas en cuanto a su cuidado. ¿Sabías que el modo en que las lavas, las secas y con qué frecuencia las cambias puede marcar la diferencia entre una toalla suave y absorbente y una áspera y poco higiénica? Hay una serie de trucos para su limpieza que pueden ayudarte para que esa sensación de envolverte en una toalla limpia y suave después de cada ducha sea un hecho.

Tenemos normas para la ropa blanca o la ropa de color y tenemos especial cuidado con las prendas delicadas. Mantener esas normas y protocolos nos ayudará a obtener un resultado excepcional en el presente y a futuro la prenda durará más tiempo como nueva. Pero ¿qué pasa con las toallas? Habrás observado que en un lavado normal con jabón y suavizante salen con una textura acartonada, rígida y para nada con ese perfume que esperamos. Las toallas también necesitan de una serie de trucos y normas que nos ayudarán a conseguir el resultado deseado y, sobre todo, favorecerán a que los textiles estén más cuidados y protegidos, por lo que durarán más tiempo. 

Lavado adecuado de las toallas

El primer paso para asegurar toallas suaves y frescas es un lavado adecuado. Lo primero que tienes que tener en cuenta para que tus toallas queden perfectas es que tienes que poner una lavadora exclusiva de toallas.

  1. Separación adecuada: Para evitar la transferencia de pelusas y mantener la calidad de tus toallas, lávalas por separado de otras prendas, especialmente de aquellas que generan pelusa, como la ropa de felpa o los tejidos de algodón pesado.
  2. Temperatura del agua: Se recomienda lavar las toallas en agua tibia o caliente para eliminar eficazmente gérmenes y bacterias. Sin embargo, si las toallas tienen bordados o colores delicados, opta por agua fría para prevenir la decoloración.
  3. Cantidad de detergente: Utiliza la cantidad adecuada de detergente según las instrucciones del envase. El exceso de detergente puede dejar residuos en las fibras de la toalla, lo que las hace menos absorbentes con el tiempo.
  4. Ciclo de lavado: Prefiere ciclos de lavado largos y completos para asegurar una limpieza profunda y eliminar cualquier residuo de jabón. Evita los ciclos cortos, ya que podrían no eliminar completamente la suciedad y las bacterias.
  5. Suavizante de telas: Aunque el suavizante puede hacer que las toallas se sientan más suaves al tacto, también puede reducir su capacidad de absorción. Si prefieres utilizar suavizante, hazlo de forma ocasional y en pequeñas cantidades.

Secado después de la ducha

El secado adecuado es crucial para mantener la suavidad y la absorbencia de tus toallas. Antes de colgar las toallas para secar, sacúdelas vigorosamente para eliminar el exceso de agua y promover un secado más rápido. Además, si es posible, cuelga las toallas al aire libre para que se sequen al sol. La luz solar ayuda a desinfectar y blanquear naturalmente las toallas, además de dejarlas con un aroma fresco y agradable.

Si optas por un secado en secadora, usa una temperatura baja o media para evitar dañar las fibras y retíralas de la secadora tan pronto como estén completamente secas para evitar la rigidez. Evita el sobrecargado: No sobrecargues la secadora con demasiadas toallas a la vez, ya que esto puede dificultar que se sequen uniformemente y prolongar el tiempo de secado.

Frecuencia de cambio de las toallas

Por último, pero no menos importante, es importante saber cuándo es el momento adecuado para reemplazar tus toallas:

  • Frecuencia de uso: La frecuencia con la que debes cambiar tus toallas depende de la frecuencia con la que las uses y de tus preferencias personales. Como regla general, se recomienda cambiar las toallas de baño cada tres a cuatro días para mantener la higiene y la frescura.
  • Inspección visual: Si notas que tus toallas están desgastadas, deshilachadas o tienen manchas persistentes que no desaparecen con el lavado, es hora de reemplazarlas. También presta atención a cualquier olor desagradable que pueda indicar la presencia de bacterias.
  • Rotación: Para prolongar la vida útil de tus toallas, considera tener un juego adicional para alternar entre lavados. Esto reduce la frecuencia de lavado y desgaste de cada toalla individual, manteniéndolas en mejores condiciones por más tiempo.