Aunque antes del partido el empate era para firmarlo con los ojos cerrados, tal y como se desarrollaron los acontecimientos lo cierto es que el punto que el Levante se trajo ayer de Vallecas sabe a poco. Los de Luis García desaprovecharon la ocasión de apuntillar a un Rayo al que tuvieron a su merced en la primera parte, pero que se les atravesó en la segunda casi por sorpresa cuando en superioridad numérica más

felices se las prometían. De hecho, si no es por Manu los granotas habrían acabado perdiendo.

Pese a todo, la lectura del partido fue más positiva que negativa, sobre todo en los primeros 45 minutos. En ellos el Levante recuperó sus señas de identidad. Plantado atrás, dejando pocos agujeros y saliendo rápido a la contra, Javi Guerra, Juanlu y Rubén Suárez disfrutaron de oportunidades clarísimas que anuló Cobeño, inspirado y coreado por la grada. Y es que en un partido sin goles, la gloria más absoluta fue para los dos porteros.

Porque Manu, con todas las de la ley, salvó al Levante. Providencial de reflejos en el área pequeña y con la suerte de su lado, Aganzo, Rubén Castro y Susaeta lo intentaron de todas las formas cuando los granotas se deshicieron en la reanudación, pero llegó a todas. Ya en el descuento, Movilla lo encaró con ventaja al contragolpe, pero tras la exhibición de paradas el marco se le hizo pequeño y remató a la nada.

No tuvo su día, pero el Rayo fue siempre valiente. Sobre todo cuando tras la expulsión de Salva al borde del descanso el partido se le ponía de espaldas. Tras perdonarle el Levante la vida para desesperación de Luis, con la vena hinchada ante las cámaras, los de Mel subieron la presión y lanzaron venenosos latigazos arriba con peloteros de nivel como Aganzo y Castro. Con el ritmo de tarjetas que Amoedo Chas había metido amonestando a tres defensas granotas, y el elevado voltaje rayista, era cuestión de tiempo que las fuerzas se equilibrasen. Escandaloso en exceso, a Rodas le faltó rodaje para tapar con más disimulo el fallo de un compañero y se fue a la ducha en el minuto 74. Faltaba una expulsión más, en pleno despropósito arbitral, pero la de Tito ya en el final apenas tuvo peso.

Con el objetivo de encontrar un punto de inflexión y tapar los agujeros originados por las bajas, Luis no enarboló la bandera de la revolución, pero casi. Sentó a Iborra y le dio la manija de la medular a un peleón como Gorka Larrea y a Serra, central acostumbrado en el Girona a reconvertirse en medio. Un doble pivote negado para generar juego, pero consistente en un campo de reducidas dimensiones y que sostuvo al equipo mientras el Rayo optó por no achucharle en exceso. Ojalá haya sido el primer peldaño para recuperar el terreno perdido.

- Ficha Técnica:

0 - RAYO VALLECANO: Cobeño; Coke, Salva, Pelegrín (Arribas, min. 45), Albacar (Tito, min. 20); Susaeta, Movilla, Ángel, Jofre (Rafa García, min. 45); Aganzo y Rubén Castro.

0 - LEVANTE: Manu; Cendros, Rodas, Ángel, Ballesteros; Xisco Muñoz, Serra, Larrea (Mar Mateu, min. 58), Juanlu (Iborra, min. 82); Javi Guerra (Igor, min. 71) y Rubén.

Árbitro: Amoedo Chas (Colegio gallego). Expulsó a Salva en el minuto 45 y a Tito en el minuto 88 por parte del conjunto local y a Rodas en el minuto 75 por parte del Levante. Igualmente amonestó a Susaeta, Arribas, Cobeño y Aganzo por parte del conjunto local y a Larrea, Cendros, Ángel, Marc Mateu por parte del conjunto visitante.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoctava jornada de liga de la Segunda Divisón del Fútbol español disputado en el Estadio Municipal Teresa Rivero de Madrid, ante unos ocho mil espectadores.