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ASCENSO A TERCERA

Atzeneta d´Albaida hace historia

El ascenso del equipo se gestó con genes heróicos desde el primer minuto de la temporada

Atzeneta d´Albaida hace historia

El Atzenetaya es equipo de TerceraTercera, nada de especial si nos atenemos a que forma parte de la rutina deportiva de cada año en la Regional Preferente. Lo realmente extraordinario es que estamos hablando de una entidad cuya población apenas supera los mil habitantes, acostumbrados a lidiar batallas en auténticos campos de cultivo hace apenas tres temporadas.

Desde entonces, con el apoyo de su patrocinador, Ubesol y del Ayuntamiento, el club ha crecido a pasos agigantados. El campo de tierra de casi un lustro ha dado paso a otro con moqueta sintética y con una grada para 400 personas. El Regit continúa siendo pequeño pero muy coqueto.

El ascenso del Atzeneta se gestó con genes heroicos desde el primer minuto de la temporada con una plantilla diseñada para el premio gordo pero que con el paso de las jornadas se fue agrietando por las numerosas bajas, bien por lesión como por sanción que azotaron a la gran mayoría de los peloteros taronja.Campaña muy exigente

El calendario quiso poner a prueba la pretemporada del conjunto que dirige Roberto Granero con un inicio de campaña muy exigente en el que después de abrir el telón con el Canals, el peor equipo del grupo según la clasificación, llegaron tres choques consecutivos ante Denia, Gandía y Castellonense, tres de los pesos pesados del grupo III de la Regional Preferente.

El Tourmalet dejó un bagaje equilibrado; una derrota, una victoria y un empate, quedando patente que el Atzeneta estaba diseñado para competir en un trayecto no exento de dificultades. El bloque entró en una fase reñido con la definición no así con el dominio de las contiendas. Un guión que se repitió en el gran derbi comarcal ante el Benigànim, con el mando del juego para los atzeneteros pero el triunfo se quedó en tierra de la Beata Inés. Una derrota que sirvió como punto de inflexión que condujo a los del Regit a sumar doce jornadas consecutivas sin conocer la derrota; diez triunfos y dos caídas.

Hasta que llegó la jornada 20 (4 de febrero) El Regit, ubicado en un conclave saludable rodeado de montañas, acogió uno de las confrontaciones de gran nivel que enfrentó al Atzeneta y el Castellonense. Un autogol de Romero derivó en el triunfo visitante que hizo trizas el récord de 12 partidos sin sucumbir en liga y además rompió con la imbatibilidad del Atzeneta como local.

Triunfos consecutivos

Cualquier atisbo de crítica o de duda se fue disipando con el paso de las jornadas con un nuevo reto de triunfos consecutivos que terminó con 13 partidos seguidos sin caer en liga y a su vez, con la conquista del título de liga que le dio derecho a disputar la fase de ascenso a Tercera por segundo año consecutivo. Todo ello, con números extraordinarios que aun sí no le otorgó el título honorifico de supercampeón de Preferente por una simple diferencia de goles con el Villamarxant, a la postre, la mejor escuadra de Preferente.

La promoción reverdeció pesadillas y nerviosismo del año anterior con el fatídico partido de vuelta de la gran final por el ascenso que le enfrentó a un Roda que se llevó el gato al agua por la diferencia de goles, 1-1 en tierras castellonenses y 3-3 en Atzeneta. Todo lo preparado para la celebración no pudo ejecutarse. El Roda destrozó el corazón taronja en mil pedazos.

Fase de ascenso

Por tal motivo, la fase de ascenso de esta temporada se afrontó con el mono de trabajo puesto desde el calentamiento. Ante el Rayo SAB, el equipo supo sufrir aunque volvió a adolecer de pegada. No obstante, el empate a cero aumentó el optimismo, eso sí, en el silencio. Un único gol de Quico Vañó dio el pasaporte a la final. Un año más, el color naranja iba a ser protagonista del play off. Y tocó el Vall d’Uixó, el único equipo que obtuvo la victoria en los dos partidos de la primera eliminatoria. De nuevo, la coraza como indumentaria saltó sobre el campo de José Mangriñán y los chicos de Ubesol no titubearon ni un instante, obteniendo de nuevo un marcador que abría las puertas de las esperanzas de par en par.

El entrenador del Atzeneta, Roberto Granero no quería escuchar la palabra celebración. Es un hombre profesional, curtido en mil batallas incluso en categorías superiores y quiso focalizar toda la importancia en la batalla sobre la hierba del Regit. Y lo consiguió porque desde el silbato del colegiado, el Atzeneta dio una exhibición de fútbol que anuló al rival, dejando sentenciado el ascenso a su favor antes del descanso.

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