Con una mochila algo más liviana y una perspectiva mucho más animosa, la selección española. Ese escenario, bañado por el Canal de Tancarville, resultó talismán para el esfuerzo de La Roja recién emprendida su marcha en el Mundial de Francia.

Aunque sigue contando únicamente los puntos de su remontada ante la escuadra de Sudáfrica, ya que después cayó ante la de Alemania en Valenciennes, el equipo español distingue su próximo destino en el certamen. Si hace nueve días festejó en Le Havre la primera victoria de su corta historia mundialista, de la ciudad normanda pretende alejarse esta vez con otra conquista: alcanzar los octavos de final de una Copa del Mundo y que le pertenecerán con otro triunfo o con un empate.

Podría bastarle igualmente una derrota para ser uno de los cuatro mejores terceros, pero Jorge Vilda prefiere no echar cálculos. «Queremos estar en octavos», dijo en rueda de prensa, «y queremos estar ganando». Despachó, así, las preguntas referentes a supuestos que plantean un cruce apriori más favorable en el caso de extraviarse. «No gastamos ni un minuto en lo que puede pasar sino en que pase lo que queremos que pase», reiteró.Las cábalas de España

La victoria es la vía más directa hacia la primera fase eliminatoria. La Roja quiere llegar con merecimiento y sin angustias a un lugar donde nunca antes ha arribado. La premisa es, por tanto, someter al combinado de China para saberse uno de los 16 premiados.

Hay, además, para el grupo que capitanean Marta Torrejón, Irene Paredes y Amanda Sampedro otros estímulos, como navegar sobre el Stade Océane a «velocidad de crucero» o esquivar, con ritmo y con juego, la dureza que emplean las chinas. «Que a nadie se le ocurra menospreciarlas porque va a ser muy complicado», alertó Paredes.

La defensa del Paris Saint-Germain describió al conjunto chino como «un buen equipo». «Tiene jugadoras con calidad. A Wang Shuang (su compañera en el PSG) la conozco perfectamente. Es la estrella, la jugadora con más calidad y la más completa. Se rodea de un grupo muy homogéneo, muy trabajador y muy solidari», avisó.

En ese marco preparó a las demás internacionales para lo que les espera. «Ellas entran muy fuerte», «están muy ordenadas, hacen muchas ayudas», y «pueden jugar en corto o en largo». «Hay que tener todo en cuenta porque no es un equipo que tenga solo una versión», abundó la central de Legazpia.

El cuadro español afrontará asimismo un examen defensivo después de tres embates encajando gol -los dos duelos del Grupo B, ante Sudáfrica y Alemania y el amistoso previo ante Japón-. Otro desafío que transciende al China-España es salvaguardar la meta de Sandra Paños por primera vez desde que están en Grupo BAlemaniaJapónEspañaFrancia

Irene Paredes, una de las capitanas, destacó las cualidades del combinado de China y pidió «que a nadie se le ocurra menospreciarlo».y añadió que «el combinado nacional chino es un muy buen equipo. Tiene jugadoras con calidad. A Wang Shuang la conozco perfectamente (es su compañera en el París Saint-Germain)».