El Orihuela ha confirmado que el futbolista de Gandia Pablo Pallarés, fichado el último día de plazo en el mercado invernal, no ha podido tramitar su licencia «debido a un retraso en la rescisión con su anterior club (Badalona)». El perjuicio para el jugador y el club es notable ya que oficialmente el Orihuela solicitó su inscripción en el último día de mercado invernal y el Badalona no dio de baja la licencia del jugador hasta el 5 de febrero. RFEF ahora impide que se tranmite su licencia —lo cual implica que en lo que resta de temporada Pablo no puede jugar en ningún equipo de Tercera ni de Segunda B— y el futbolista tiene previsto demandar al club catalán por los hechos: «Me siento tremendamente decepcionado porque pensaba que iban a darme la licencia federativa, tenía una esperanza de que comprendieran mi caso porque yo lo hice todo como correspondía, y como consecuencia de una negligencia del Badalona, al comunicar mi baja federativa 5 días después de firmarse, incumpliendo las obligaciones que como club tiene, he salido tremendamente perjudicado».