Escándalo arbitral en el Bernabéu

Hernández Maeso desde el campo, y Hernández Hernández desde el VAR, dan alas a un Real Madrid que perdía en casa con el colista Almería y terminó ganando 3-2

Anularon el 1-3 indálico incomprensiblemente a instancias del VAR, y dieron validez a un tanto de Vinícius con el brazo

Imagen del VAR del segundo tanto del Madrid

Imagen del VAR del segundo tanto del Madrid / sd

El Real Madrid se las prometía felices en casa ante el Almería, colista de Primera División y único equipo que todavía no ha ganado. Pero el puesto en la tabla no reflejó lo que se vio sobre el césped. Los andaluces estaban siendo superiores a un pobre Madrid, que se vio 0-2 al descanso. Sin embargo, tanto el empuje del equipo local como una actuación arbitral de muy dudosa imparcialidad, dieron alas a los blancos.

Con el partido con 1-2, el conjunto indálico volvió a perforar la portería de Kepa con una gran contra culminada por Arribas, canterano madridista, a pase de Lopy. El centrocampista recorrió todo el campo del Real Madrid para servir el balón a Arribas que remataba a placer. Sin embargo, el VAR entró a revisar la acción incomprensiblemente, y apreció un contacto del centrocampista francés sobre Bellingham miestras protegía el balón. Hernández Hernández, uno de los árbitros más azotados por la campaña de presión de Real Madrid TV, llamó a filas a Hernández Maeso para que comprobara la acción en la pantalla, tomando la decisión de anular el tanto por falta, a pesar de encontrarse a escasos metros de la acción y no haber apreciado nada en directo.

Pero para colmo, el gol del empate del Madrid llegó tras una jugada también con intervención del VAR. Vinícius remató el balón con el brazo, siendo el tanto anulado en directo, evidentemente. Pero era un partido para no apostarle al Almería, y así quedó claro por el VAR. De nuevo el colegiado canario avisó a Maeso, que tras un buen rato mirando la pantalla, dio validez al tanto de Vinícius, dejando perplejo al banquillo almeriense, y a Garitano al borde de pedir a sus jugadores abandonar el campo.

Como era de esperar, el Almería no pudo resistir y terminó cayendo en el descuento. Un tiempo añadido de nada más y nada menos que de 11 minutos, que se le hicieron demasiado largos a los andaluces, no pudiendo evitar el tanto definitivo de Carvajal, que supondría el 3-2 y una nueva derrota, pero también un escándalo que tardará en olvidarse.