No voy a restar un solo mérito a Anil Murthy, que al fin y al cabo es el presidente y algo -mucho o poco- habrá aportado al cambio tan mpositivo que ha experimentado el Valencia CF, pero si hablamos del clima favorable al equipo que se respira en Mestalla estos últimos meses el gran y casi único responsable es Marcelino, lo mismo que Nuno fue el que consiguió todo lo contrario dos años atrás.

Pero destruir siempre es más fácil que construir y, si acaso, al presidente se le puede adjudicar algún que otro incendio que puso en peligro la paz del segundo puesto en La Liga, un camino que parece dejar a un lado con sus últimas declaraciones. Es lo mejor que le puede pasar al equipo, que sus asesores sigan frenando sus impulsos editoriales, pues bastante van a tener con intentar mantener el nivel de rendimiento y resultados hasta el final para alcanzar la Champions. Eso y que a Marcelino, más que palabras, le traigan al menos un par de buenos futbolistas para competir en cualquier escenario que se pueda dar en los próximos meses. No tiene lógica que, partiendo de una plantilla corta como el técnico dice tener y además se está demostrando, por el momento lo único que hay claro son más salidas para el mercado de invierno. Jugadores que no cuentan, es verdad, pero efectivos que se van y nóminas que se ahorran.

No va a ser fácil traerle a Marcelino lo que quiere porque ha puesto el listón muy alto, la exigencia no es solo con los jugadores sino para todos, lo bueno es que igual que todos están de acuerdo en que hay que fichar a Guedes, no hay nadie entre los que tienen algo que decir en el club que no tenga claro que es muy procedente mejorar el equipo este mes de enero, empezando por el máximo accionista como bien apunta Murthy en su discurso de fin de año.

La Champions es el gran objetivo aunque ya solo queda Marcelino entre los que mantienen todavía la prudencia, un dato que ha de ponernos en alerta. Entre 35 y 40 puntos más podrían ser suficientes aunque eso varía bastante de una temporada a otra. De momento, 5 y 7 puntos a los que son prácticamente los dos únicos competidores desde atrás, Sevilla y Villarreal, dos equipos que ya han cambiado de entrenador esta temporada y que no se han caracterizado hasta ahora por mantener una regularidad durante muchas jornadas seguidas. Juguemos.

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