Las imágenes y la noticia que ofrecía SUPER este jueves en su portada impresa y la noche anterior en la edición digital y dejan poco lugar a las dudas sobre los planes del Valencia CF para el mercado de invierno, si es que las hubo en algún momento. Nosotros no las teníamos y espero que nuestros lectores tampoco, señal de que confían en la información que ofrecemos. Hace ya semanas, desde que se produjo aquella visita de Jorge Mendes que de alguna manera daba el pistoletazo de salida, hemos venido publicando todas las cosas de las que nos vamos enterando respecto a lo que planea el club de cara a la próxima ventana de fichajes, tanto si las cosas mejoran de manera notable de aquí al ya cercano mes de diciembre como si no. Independientemente de las declaraciones públicas, generalmente encaminadas a disuadirnos de seguir indagando, ya hemos visto que en privado, o al menos ese era el deseo de Murthy, Alemany y compañía, que no se supiera nada de esa cita con determinados agentes futbolísticos incluído el de Marcelino, las cosas siguen su curso.

Aunque también se pueden extraer conclusiones de algunas declaraciones públicas que hemos escuchado ultimamente. Por ejemplo, cuando el entrenador está diciendo que no se contemplan fichajes de invierno si no se producen salidas, es porque ya tiene constancia de que puede haber esas salidas, o de hecho quiere que las haya, y por tanto ya han hablado también de sustitutos en sus conversaciones privadas.

Prosigamos. Cuando por un lado tenemos la información de que los técnicos están preocupados tanto con la defensa como con el rendimiento de los delantera, y después por otro Marcelino deja fuera de la lista a Murillo y Batshuayi, pues tampoco hay que ser almirante para atar esos cabos.

Aún así, y aunque quedan ya pocas semanas y hay que moverse rápido y bien, todo puede cambiar en función de los resultados, porque antes de ir al mercado con lo que eso puede suponer habrá que exigirle al entrenador que gane partidos y devuelva al equipo cuanto menos a tiro de esos puestos en los que debería estar desde el principio. Cuando un equipo está en crisis o intenta salir de una crisis todos los partidos son finales, hasta este Valencia-Rayo, que sin duda se quedará por fin en casa. En público y en privado.

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