El Valencia CF viene de dar -y de darse- la gran alegría de la temporada con esa clasificación para la final de la Copa. Hacía falta, mucha falta, han sido días de euforia y de alegría lógica, por mucho que en Madrid moleste que la gente disfrute cuando se trata de la afición de otros equipos. En cualquier caso, toca volver al trabajo, se podría decir que a la cruda realidad de LaLiga en la que el equipo todavía no ha dado la medida que se esperaba. A partir de este partido vamos a empezar a comprobar cuál es el efecto que este éxito tiene en los futbolistas, que en buena lógica solo puede ser positivo por muchas razones. Le preguntaron a Marcelino por esa posible relajación una vez conseguido el pase a la final de Sevilla y, la verdad, lo que el equipo necesita para dar el cien por cien y pelear de verdad por la Champions es precisamente eso, relajarse un poco. Pero relajar la mente, en ningún caso los músculos, aprovechar la inercia de esta Copa para ganar la confianza que el equipo no tiene cuando sale a jugar un partido de LaLiga, de manera muy especial y curiosa cuando lo hace en Mestalla. Otro tropiezo, es decir, otro empate más, puede empezar a ser el principio del fin.La hora de creer

El Valencia CF está en la final de la Copa del Rey y peleará por ese título porque en un momento concreto creyó que podía conseguirlo, y lo creyó incluso cuando tenía que hacerle tres goles en media hora al Getafe para superar los cuartos de final, algo que viendo los números de la temporada era absolutamente impensable. Entonces el equipo decidió que este iba a ser un objetivo, que no podía dejar pasar la oportunidad que le brinda esta competición en un año como el del Centenario y que no podía fallar a los suyos después de lo mucho que les está haciendo sufrir. Hemos llegado al punto en que de verdad hay que creerse igualmente que la cuarta plaza está al alcance, porque lo está, porque los resultados que se van produciendo revelan que, aunque difícil como también lo era la remontar con tres goles al Getafe, es así. Ahora mismo los grandes rivales para alcanzar la Champions League son el Alavés y el Getafe. Y, ojo, el Athletic, que en caso de llevarse la victoria ante el Valencia CF pasaría a ser uno de los outsiders, algo que los de Marcelino no pueden permitir.

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