Robert Sarver sería el nuevo dueño del Levante si la decisión sobre su oferta corriese a cargo de los participantes en la encuesta de SUPER. Un 65 por ciento se muestra partidario de la venta por un 35 reacio, un reparto que muestra el dilema existente en estos momentos. Es el debate posiblemente más trascendental de la historia del club granota, que se enfrenta ahora a un escenario muy similar al vivido en el Valencia con la llegada de Peter Lim.

El Patronato de la Fundación se reunirá el próximo martes para estudiar «en detalle» la oferta del dueño de los Phoenix Suns, que ofrece 56 millones de euros a cambio de la gestión deportiva del club. Según el dossier de su propuesta, objeto de una reunión ya el pasado lunes entre el Consejo y la Comisión Ejecutiva de la Fundación, con ese montante habría un plus de entre 20 y 25 millones para reforzar el equipo, 4 para pagar las acciones y algo más de 20 para dejar a cero el contador de la deuda y tunear el Ciutat. Al menos, ésa es la oferta para el desembarco, a expensas de desarrollar un plan de negocios y pactar con la Comisión que va a crearse a tal efecto. La idea de Sarver pasa por una Fundación que ostente la titularidad del estadio y la Ciudad Deportiva y que el club le pague un alquiler, aunque como ocurre con muchos de los puntos de su plan es necesario articularlos y ajustarse al marco legal. Lo mismo ocurre con su intención de amortizar de golpe toda la deuda en vez de hacer una inyección más fuerte en el equipo.

Posiciones fluctuantes

Desde el pistoletazo de salida a lo que puede convertirse en una negociación en toda regla para vender el Levante a un inversor extranjero, lo cierto es que son muchos los que han ido cambiando de opinión tanto dentro del club y la Fundación como fuera. La posibilidad de dar un histórico salto cualitativo ha generado una ilusión difícil de frenar, pese a que lo cierto es que a estas alturas se desconocen bastantes detalles de una operación compleja. El debate entre crecer con ayuda exterior o conservar las señas de identidad se encuentra en la calle.

El propio Consejo granota no es ajeno al dilema, ya que entre los directivos hay disparidad de opiniones, desde los que creen que se ha tocado techo con el actual modelo de crecimiento, los que consideran innegociable la expropiación de club a un inversor extranjero y los que la ven con reservas a expensas de mejores garantías. Sin personas designadas todavía por las instituciones, del resto de patronos destacan posturas favorables de partida como la del SAM, que está realizando un estudio sobre el impacto de las inversiones extranjeras en otros clubes del fútbol europeo. La Delegación, por su parte, tendrá el lunes una reunión en la que se va a abordar un asunto sobre el que a priori hay bastante receptibilidad, la misma que parece generaliza entre buen número de empleados cuyos puestos no correrían peligro debido a la promesa de Sarver de no tocar la estructura de gestión. El debate continúa abierto... y promete.