La intrahistoria más personal de Wesley Moraes

El cuarto fichaje del Levante no ha tenido una vida nada fácil para llegar a convertirse en un jugador cotizado dentro de la élite del fútbol europeo

Wesley Moraes, en Manises

Wesley Moraes, en Manises / F. Bustamante

A primera hora de la mañana del viernes, Wesley Moraes llegó al aeropuerto de Manises, procedente de un vuelo desde Madrid. SUPER estuvo en el momento de su desembarco, donde posó con la bufanda de su nuevo club. A lo largo del día, el ‘9’ brasileño pasó por las oficinas del estadio del Levante para terminar de rubricar el acuerdo que le liga al club durante la próxima temporada. Este viernes superó con éxito el reconocimiento médico.

Wesley, ante la adversidad

La vida no ha tratado con gran fortuna a Wesley. En su carrera deportiva tampoco lo tuvo nada fácil. Perfectamente se le podría aplicar el dicho de Paco Gandía de “estar forjado en el yunque de la adversidad”, tan característico para los aficionados granotas a lo largo de su historia.

Desde bien niño, comenzó a practicar el fútbol sala, apuntando buenas maneras. El primer trauma le golpeó a los 9 años, cuando perdió a su padre por un derrame cerebral, consecuencia del alcohol y las drogas. Para más inri, por circunstancias personales, Wesley tuvo dos hijos antes de cumplir los 16 años

Su familia, de escasos recursos, tenía difícil subsistir. Entonces, para poder hacer frente al mantenimiento de sus descendientes y ayudar a su madre y hermanos, Wesley tuvo que buscar un trabajo. Intensas jornadas de más de 10 horas en un fábrica de tornillos y clavos fue su salvavidas, pero nunca renunciaba a sus aspiraciones de llegar a ser alguien en el fútbol.

 “Al principio no podía entrenarme, solo jugar los sábados”, declaraba en una entrevista al Daily Mirror. Sin embargo, tras fichar por el modesto Tupi FC de su país, ya pasó a tener media jornada y se podía ejercitar más dignamente.

El Atleti rechazó al brasileño

Cerca de su mayoría de edad, Wesley pensó más seriamente en el fútbol. Aquí su gran valedor fue Paulo Nehmy, representante de jugadores. No solo actuó como tal, sino que fue un auténtico tutor para servirle como lanzadera hacia el profesionalismo.

Buscando un salto a Europa, el futbolista sudamericano estuvo a prueba durante unos meses en el Atlético de Madrid. Tras la disputa de unos torneos en categorías inferiores, pese a hacer un buen papel, no fue aceptado. Mismo desenlace tuvo con el AS Nancy francés.

Finalmente, en la Superliga de Eslovaquia y con la camiseta del AS Trencin llegó su oportunidad. Una notable temporada con 8 goles en 22 partidos, incluso disputando la fase previa de la Champions League, le llevó a firmar en el mercado invernal de 2016 por el Brujas, el club de su vida hasta la fecha. 

Wesley Moraes, en Manises

Wesley Moraes, en Manises / F. Bustamante

La consolidación de Wesley

Con los belgas fue nombrado mejor jugador joven de la Júpiter League. Pero no fue fácil y el Brujas tuvo que trabajar a fondo por frenar los impulsos de Wesley, ya que por su fuerte carácter muchas veces era amonestado. 

Para ello, el Brujas empleó una técnica de carácter psicológico, obligándole durante los partidos a portar una cinta en sus manos para menguar estos impulsos, con un resultado más que satisfactorio. Wesley y su club terminaron siendo campeones en Bélgica.

El resto ya es historia. Fichaje por el Aston Villa a cambio de 22 millones de euros, debut con la Selección Absoluta de Brasil y dos lesiones de gravedad que frenaron su progresión. Con el Levante, ahora espera dejar su huella.

Andares curiosos

Al ver caminar a Wesley, cualquiera puede malpensar que es un tipo poco habilidoso, un tronco. Aunque sus 191 centímetros pueden ser un motivo, estos andares tan peculiares tienen una justificación: una malformación física.

El futbolista tiene una pierna más alta que la otra, con hasta 3 centímetros de diferencia, causa que provoca este desequilibro. Sin embargo, dicha condición no le ha impedido a Wesley en ningún momento realizar una práctica del deporte con total normalidad, como así ha demostrado en cada club, como referente del área.