La sinceridad de Mehdi Nafti

Mehdi Nafti, pese a salir del Levante sin cumplir con las expectativas del objetivo, se marchó de su puesto de trabajo dejando buen sabor de boca pese a la mala dinámica del equipo. Según pudo averiguar SUPER, el entrenador franco-tunecino cautivó dentro del club debido a su sinceridad y honestidad. El nacido en Toulouse llegó a reconocer que la situación le sobrepasó e, incluso, no supo cómo gestionar al equipo por momentos.

Nafti llevaba semanas sin descansar debido al nerviosismo y a la tensión que acumuló cuando la primera plantilla dejó de funcionar y reflejaba falta de claridad durante los encuentros. Además, llegó a pedirle disculpas al presidente, Quico Catalán, por la situación comprometida a la que tuvo que hacer frente durante el partido contra el Racing en el Ciutat de València. El público, ante la imagen del Levante sobre el verde, pidió la dimisión del máximo dirigente granota. Acto del que el técnico se sintió culpable.

Pese a su despido, Nafti deja un buen recuerdo en el club por su cercanía, honradez y por su dedicación y entrega en el día a día. Pasar de ser un entrenador que pugna por permanecer en Segunda División a convertirse en un aspirante a ascender a la élite le llenó de alegría, motivación y energía, al hilo de su personalidad pasional, tal y como comentó de manera abierta en algunas de sus intervenciones públicas. Los diez puntos de 27 fueron motivo de peso de su cese, en un deporte y, sobre todo, en un contexto en el que mandan los resultados. No en vano, Mehdi Nafti, tras la fallida experiencia, deja el banquillo de Orriols calando en las profundidades del Levante.