La liberación de Roger Brugué

El inicio de temporada no cumple con las expectativas de Roger Brugué, quien después del impacto que tuvo tras volver de cuatro meses de lesión, está viviendo el lado del fútbol en el que la escasez de protagonismo es el reto que busca resolver insistentemente. El ‘7’, llamado a ser una pieza importante en la temporada de la reválida, no ha salido de titular en ninguno de los seis encuentros disputados hasta la fecha. Sin embargo, el extremo encontró, en Santo Domingo, la recompensa a su trabajo en silencio y a semanas en las que tuvo que lidiar con suplencias que, según la relevancia que adquirió una vez se recuperó de la lesión en el tendón proximal de isquiotibiales de la pierna derecha, no entendieron los seguidores levantinistas.

Brugué ya cuenta con un gol en su cuenta particular. No obstante, el simbolismo del tanto reside en su celebración. Fue, en parte, la señal de que el mejor Brugué, cuya implicación está siendo máxima, está en camino. Una vez su cabezazo tocó las mallas de la portería del Alcorcón, el extremo hizo el gesto de quitarse presión; de sentirse liberado. Puso los brazos en alto y los movió de arriba a abajo con rapidez. Además, juntó las palmas de sus manos en señal de agradecimiento hacia la afición desplazada a Santo Domingo. No solo por acompañar al equipo, sino también por el apoyo y el cariño que recibe procedente de su gente en un momento donde su prioridad pasa por cambiar su situación deportiva.

Pese a ello, Javi Calleja valora a un futbolista que ya fue importante el pasado curso y que, mientras estuvo bien físicamente, contó con sus servicios. «Tengo muchas esperanzas. Tiene talento, capacidad de intuir la llegada y hacer daño al rival. He hablado con él, sabemos que hace falta dar un poco más para tener la mejor versión de Brugui», dijo el técnico en la previa ante el Cartagena.

"No hablamos de ascenso, pero hay equipo para estar arriba"