Entre todos los modelos de la gama Auris encontramos la peculiar versión 1.3 VVT-i Dual con función ´Stop & Start´, que permite parar automáticamente el motor cuando se detiene el vehículo. Tras poner a prueba esta tecnología pudimos comprobar, al menos en el apartado de consumos, que cumple con su cometido, con una notable reducción del mismo, y por consiguiente también de las emisiones de CO2.

Instalado en el propulsor 1.3 VVT-i de 101 CV, sustituto del 1.4 VVT-i de 97 CV, este sistema detiene por completo el motor en las paradas, siempre y cuando se encuentre en punto muerto y no esté presionado el pedal de embrague. Con un sistema de arranque mejorado, que reduce el ruido y el tiempo de accionamiento, el propulsor vuelve a ponerse en marcha nada más se desembraga, de modo que esta maniobra no interfiere para nada en la conducción normal.

Para atestiguar su funcionalidad, en el cuadro de instrumentos se dispone de un temporizador que suma el tiempo que el motor ha estado parado y, por tanto, sin consumir combustible ni emitir gases contaminantes.

A su vez, también se ubica en el mismo un indicador de cambio de marchas, para ayudarnos a elegir la relación más adecuada para realizar una conducción si cabe más eficiente.

Si bien en ciudad, la entrega progresiva pero contundente del par motor, permite circular de forma ágil con marchas largas, en carretera los 101 CV se quedan algo cortos, sobre todo teniendo en cuenta la larga relación de la 5 y 6 velocidad, debiendo jugar más de lo necesario con la palanca de cambios.

En el resto de aspectos, el Auris no nos sorprendió con respecto a otras versiones que ya habíamos tenido la oportunidad de probar, brindando un comportamiento estable y seguro en cualquier contexto, y brindando al usuario un gran confort con interior de calidad y extremadamente amplio.