El español Jorge Martín (Honda), vencedor del Gran Premio de Italia de Moto3 en el circuito de Mugello se llevó el susto de su vida cuando mientras lideraba el grupo que luchaba por el podio a 200 km/h, se le cruzó una liebre en su camino.

No fue ese el único incidente, pues una piedra despedida le rompió el carenado frontal de su moto. Así lo explicó el madrileño: "Cuando se me ha roto la cúpula no lo tenía tan claro de que pudiese seguir al mismo ritmo ya que seguro que algo perdía la moto, pero con la liebre la verdad es que tampoco me lo esperaba y he perdido un poco el ritmo y la concentración, pero al final todo ha salido bien".

El español, que salió desde la pole por cuarta vez esta temporada, aunque suma dos ceros consecutivos tras sendas caídas, reconoció tras bajar del podio que su primera estrategia era "intentar" no irse solo, aunque admitió que "ocho décimas no es mucho en este circuito". "Te lo recuperan muy fácil y después sabía que sería muy complicado irse de estos dos pilotos", dijo.

Al no poderse escapar en solitario, Jorge Martín comentó que intentó "gestionar la carrera y controlar" a sus rivales. "Sabía que Bezzecchi era rápido en la recta y la estrategia en todo momento era salir primero de la curva en la última vuelta ya que sabía que las motos eran muy iguales en velocidad punta y he conseguido salir muy bien de esa última curva para ganar", explicó.

"Tenía claro que tenía que salir primero de la última curva ya que había algo guardado, como con Canet en Catar, pero también iba controlando el desgaste del neumático trasero para que no me adelantasen en la recta", explicó Jorge Martín.

Martín se mostró pletórico con su victoria y recordó: "Siempre que he subido al podio esta temporada ha sido una victoria, y ahora el campeonato está más cerca, a tres puntitos, por lo que se podría decir que éste es el mejor fin de semana de mi vida, porque he liderado todo lo que se podía liderar y lo que hace falta ahora es que sea así en muchas carreras".