Las gasolineras se surten para la avalancha que se espera mañana cuando el litro de combustible nos costará 20 céntimos menos. Estos días previos las ventas han bajado mucho. Los clientes que encontramos es porque no les ha quedado más remedio que adelantar el repostaje porque ya estaban en reserva. Una vez en la gasolinera casi nadie se anima a llenar depósito. Aún así, tal y como están los precios, los 20 céntimos de rebaja tampoco convencen del todo. Pero sí lo notarán , sobre todo, quienes cogen más el coche como los comerciales. Así que los 20 céntimos aliviarán algo las castigadas economías de los ciudadanos.