Con el "casting" de la tercera temporada de "MasterChef" abierto, Samantha Vallejo-Nágera confirma que seguirá compatibilizando focos y fogones y opina que "la cocina en televisión está de moda, y así debería seguir", para además de entretener "enseñar a comer bien, sano y con placer".

"Puedes hacer un programa de tenis o de decoración, y la gente que lo vea no juegue al tenis ni decore, pero todos tenemos que comer día a día", sentencia una de las juezas culinarias más temidas de la pequeña pantalla.

La cocinera y empresaria no limita su fidelidad al público a su labor frente a los focos; también conecta con la gente a través de las redes sociales.

"Me gusta currármelo con las fotos, que la gente vea mis recetas, también a mis hijos", defiende Vallejo-Nágera. "No entiendo a los personajes públicos que están todo el día evadiéndose", sentencia. "O te metes al cien por cien en este mundo o no te metes".

El año próximo, cumple 25 años entre cacerolas, y en un cuarto de siglo da tiempo a cocinar para mucha gente, "cada uno de ellos especial".

Entre fogones le gustaría colaborar con Jamie Oliver, porque a los españoles los tiene "bastante vistos, a causa del programa", bromea. Del chef británico destaca su estética, su manera de trabajar y su cocina tradicional, sencilla y campestre.

Formada inicialmente en la disciplina del paisajismo, una apuesta con un amigo cocinero unió de joven a Vallejo-Nágera con los fogones. Sin embargo, los orígenes no se olvidan, y el sentido de la estética sigue siendo una parte de sus creaciones.

"Con una madre decoradora y francesa, la parte estética siempre ha sido muy importante en mi carrera de chef", declara a Efe Estilo la cocinera.

Aunque no sólo de imagen vive un cocinero. La chef no puntuaría con más de un seis a un plato sabroso pero sin un atractivo visual, pues para alcanzar la matrícula "debe entrar también por los ojos".

Crear emociones a través de las texturas, las temperaturas y la mezcla de sabores es todo un proyecto de imaginación y artesanía. Casar los sabores es un don que "no todo el mundo posee".

En el gusto a la hora de mezclar sabores es "donde se distingue si un chef es bueno o malo", defiende la cocinera. Frente a la tendencia de mezclar sabores que choquen o no encajen bien, Vallejo-Nágera es partidaria de la armonización de los sabores, porque, al final, es el gusto popular quien manda.

Mientras el "casting" de "MasterChef" sigue abierto, Vallejo-Nágera ha participado hoy en un taller de arquitectura del sabor, celebrado en el Colegio de Arquitectos de Madrid, donde también se ha presentado una tarta diseñada para estas fechas y el nuevo sabor Vanilla&Forentine, de una conocida marca de helados.

Una decena de participantes tuvieron la oportunidad de combinar sabores en un plato con helado, en una prueba al más puro estilo "MasterChef". "Voy a meter presión", fue la declaración de intenciones de la implacable chef.