Hablemos de Banega. De la ampliación de su contrato. De lo mucho que ha cambiado —para bien— su actitud. Y hablemos también del patrono. Hablemos del Valencia y de una curiosidad. Éver ha estampado su firma para seguir en el Valencia un puñadito de años. ¿Pero? Pues miren, en el mundo del fútbol si tú quieres atar a un jugador y no tienes intención de venderlo, lo primero que haces es subirle la cláusula de rescisión... y eso no ha sucedido.

Sí pero no

Así las cosas, la ampliación de contrato de Éver cabe traducirlo desde dos puntos de vista diferente. Por un lado, es cierto que Banega ha madurado y hoy es el mejor, de largo, en su puesto. Pero, por otro lado, quizá más interesante, el hecho de no tocar la cláusula de rescisión de Éver viene a decir que el jugador «es nuestro, pero si alguien lo quiere estamos dispuestos a negociar».

Sigue siendo joven

Éver llegó de la mano de Jesús Martínez colándose de rondón en nuestras vidas, en pleno mercado de invierno y el día de Nochebuena. Sabíamos poco de él: Mucho talento y muy joven... con gran futuro. Y sí, ambas cosas fueron ciertas. Era un chavalín argentino incrustado en una Valencia en plena ebullición que dejó muy claro a las primeras de cambio que eso de joven y talentoso le iba como anillo al dedo. Su calidad la mostraba todos los días en Paterna cuando se apoderaba de la bola. Y su juventud, muchos días en la ciudad cuando la noche confundía al argentino.

A la venta

A nadie le cabe la menor duda de que el pasado verano el VCF hubiera dado saltos de alegría si hubiera llegado una razonable —no digo buena, digo razonable— oferta por el señor Banega. Ahora, sin embargo, unos cuantos meses después, el fiasco de Parejo —su teórico sustituto— y las gotas de madurez desparramadas por Éver han revertido la situación. A fecha de hoy, es menos transferible que el pasado verano... pero sigue estando en el mercado. El dato de no subirle su cláusula de rescisión lo dice todo.

Y ahora el derbi

Esta noche hay derbi por todo lo alto... o más bien por todo lo bajo, las diferencias marcadas en la ida han arrinconado la pasión para dar paso al conformismo. La suerte está echada. Y ni el granota más optimista cree en la gran remontada. Así pues, y con permiso del respetable, demos la bienvenida al Valencia a las semifinales de Copa. Semifinales que significan muchísimo más que acabar terceros en Liga.

Amunt Mirandés!

Grande lo que ha hecho el Mirandés. Con ese espíritu, el desplegado para dejar en la cuneta a tres primeras y plantarse en semis, el Levante se la hubiera puesto más complicada al VCF. Pero no hagamos comparaciones y aplaudamos. La gesta del Mirandés es un canto al romanticismo en un fútbol cada vez más mercantilizado.

Sobre Héctor Cúper

Sigo atento el culebrón que ha comenzado a destapar Joan Carles Martí sobre Cúper. A la espera de más capítulos, dejo en el aire una pregunta que me hizo un entendido en la materia: ¿Por qué el VCF de Cúper fichó a Pellegrino a través de la empresa Bahía Producciones cuando ´El Flaco´ no estaba representado, ni siquiera la conocía, por esta empresa de representación? Aguardo impaciente, director.