El aficionado vuelve a estar muy arriba de cara a este partidazo y no es casualidad, porque el Valencia de Salvo y de Peter Lim genera ilusión suficiente como para olvidar en tres días una decepción tan grande como sin duda lo fue caer en la Copa ante el Espanyol, aunque, sin que sirva de consuelo, parece que el Espanyol se puede ´calzar´ también al Sevilla de Emery. Aceptamos barco, pues, y asumimos que la revancha -porque lo es- tendrá que ser en todo caso ejemplar. Seamos los más respetuosos del mundo. La afición, animar, animar y animar. El equipo, jugar, jugar y jugar. Y todos a ganar, olvidando que hay un árbitro y un rival, aunque en esto tendrá mucho que decir también el propio rival. Si el Sevilla viene como de costumbre a Mestalla con la intención de elevar la temperatura del partido haciendo uso de todo su repertorio de marrullería y de todas sus trampas, el objetivo de tener un partido según los principios del respeto y el juego limpio parece muy complicado, por no decir imposible. Sobre todo si el árbitro de turno se presenta con los deberes por hacer, si no tiene perfectamente tomada la matrícula a los tramposos y actúa en consecuencia a las primeras de cambio, porque algo tendrán que poner de su parte los árbitros para que de verdad el fútbol cambie y se convierta en un juego más limpio y respetuoso.

Valencia, no nos pueden fallar

Hace unos días más de un millar de aficionados hacían cola por un autógrafo, por las redes circulan ya centenares de selfies que SUPER irá recopilando en una gran galería valencianista, y este domingo se espera uno de los recibimientos al equipo más espectaculares de la historia en Mestalla. Valencia respira pasión por el fútbol y por este equipo, ahora son ellos los que no pueden fallar.