Carlos Sainz quema en Austria sus aspiraciones al título

Después del subidón de adrenalina por la victoria en Silverstone, Sainz llegaba al Red Bull Ring con carta blanca de su equipo para aspirar a todo. La prensa italiana quiso calentar el ambiente, hablando de separación en el equipo y a Binotto le tocó apaciguar a sus pilotos para intentar evitar luchas internas que les impidieran conseguir el máximo de puntos en cada gran premio.

La cita austriaca, con su carrera sprint dominada por Verstappen y con más holandeses vestidos de naranja en las gradas que en el carril bici de Valencia, hacía presagiar que Max aplastaría a los coches rojos con su rodillo. Pero, inesperadamente, el Red Bull destrozaba las gomas a un ritmo más rápido que los Ferrari y a Binotto se le iluminaba la cara con la posibilidad de un doblete y con Leclerc por delante de Sainz. Pero ese máximo botín de puntos voló por los aires cuando Carlos, justo a punto de superar a Verstappen, veía como estallaba su motor y su coche se envolvía en llamas. Leclerc también sufrió en las últimas vueltas por un fallo en el acelerador, pero tuvo la fortuna de cruzar la meta en primera posición.

A Carlos, además de llevarse el susto por la tardanza de los comisarios en extinguir el fuego en su coche, se le evaporan un buen puñado de puntos. Y sobre todo desaparece para el español la posibilidad de esperar que su equipo ponga los ojos en él como la mejor opción contra Red Bull. Ferrari, que en este Gran Premio recuperaba el logo con el cavallino original, tiene un caballo ganador y se llama Leclerc. El monegasco volvió a oír el himno –ese que nos recuerda a la película Grand Prix de John Frankenheimer– y ya vuelve a ser segundo en el mundial.

El Red Bull Ring deja un sabor amargo para el automovilismo español: Sainz retirado y Alonso con un solo punto a pesar de una espectacular remontada, fruto del problema de su coche en el sprint del sábado. En el lado positivo, a la afición nos queda saber que por viejo que parezca el caballo en el logo de Ferrari corre tanto como los toros de Red Bull y eso nos sigue ofreciendo un campeonato abierto a todo.