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Ha sido un fin de semana de contrastes para nuestro Levante UD. Grandiosa fue la victoria del femenino ante el eterno rival, con la motivación extra de jugar en un escenario inmejorable como el Ciutat de Valencia y ante 8000 espectadores. Menos rentable salió el empate del filial, cuando ya prácticamente celebraba los tres puntos, en el otro Derbi. Y de por medio, la segunda derrota del primer equipo en lo que va curso, en su caso en el Tartiere.

Nuestras chicas hicieron un partido excepcional y la afición se volcó con ellas, como merecen por el temporadón que se están marcando. Las pupilas de Tudela son terceras, empatadas a puntos con el Atlético y a tan solo dos puntos del líder, el Barcelona. En cuanto al derbi disputado en Buñol, estuvo muy igualado. Mucho más de lo que dicta la clasificación. Fue el Atlético Levante quien golpeo primero por medio de Allyson, pero el Mestalla acabó llevándose un botín quizás excesivo teniendo en cuenta los méritos de unos y otros. Un punto que deja a los granotas en puestos de promoción de descenso.

De lo sucedido en Oviedo, no me atrevería a decir que fue el peor partido de este año. Sí, en cambio, que llevamos unas semanas asomándonos al precipicio y sacando los partidos a base de detalles en momentos puntuales. Ya pocos granotas dudan de que el equipo está pasando por sus momentos mas complicados. Aún así, no hay que olvidar que somos líderes destacados de la categoría, con un colchón más que importante. Esto nos hace ser más que optimistas y no restar crédito a nuestros jugadores, por su compromiso y profesionalidad.

Como bien dice el refranero español, agua pasada no mueve molino. Tenemos un partido importante el domingo ante otro recién descendido, el Rayo de Baraja. Un equipo que viene en horas bajas y muy lejos de los puestos de arriba, de sus objetivos; la mejor manera de que nos hagamos una idea y valoremos lo que estamos logrando.

Para nuestra afición debe ser un día clave. El momento de que salga a jugar también el partido. No de criticar, sino de animar. A mí me emociona profundamente, se me pone el vello de punta cuando el Ciutat canta al unísono, cuando veo tal derroche de sentimiento. Seamos una afición más o menos numerosa, tenemos profundos valores y siempre estamos con los nuestros.

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