Las "guerreras", las integrantes de la selección española femenina de balonmano, cambiaron por unas horas las zapatillas, el chándal y la "pega" por los tacones, el maquillaje y la alta costura antes de partir para el Mundial de Serbia.

Deslumbrantes con los vestidos de la Asociación de Creadores de Moda de España, las "glamurosas" -entre las que estaba la valenciana Silvia Navarro- recogieron de manos del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, las medallas de la Real Orden del Mérito Deportivo.

Una medalla que las integrantes del conjunto español, bronce en el Mundial de Brasil 2011 y en los Juegos Olímpicos de Londres, intentarán cambiar por una de las tres en juego en el Campeonato del Mundo de Serbia, que arrancará el viernes en Nis.

"Nosotras debemos estar un poco al margen de esa presión, porque cuando ganas la gente se acostumbra muy rápido, pero conseguir una medalla cuesta mucho, aunque saldremos a por todas y nuestra ilusión sería volver con otra medalla", señaló la capitana de la selección, la pivote Begoña Fernández.

Un Mundial en el que España se medirá en la primera fase con las selecciones de Noruega, Polonia, Argentina, Paraguay y Angola; y al que llega pletórica de moral tras alzarse el pasado fin de semana con el triunfo en el torneo Cuatro Naciones, con victoria sobre Dinamarca, incluida.

"El torneo de Dinamarca ha sido una buena piedra de toque, los resultados han sido positivos, pero sabemos que hay muchas cosas por ajustar y en eso estamos estos días, porque la idea es que el equipo vaya progresando durante la primera fase para llegar a esos octavos de final, que serán difíciles sea contra quién sea", aseguró el seleccionador Jorge Dueñas.

Octavos de final en los que España se podría medir a rivales de la talla de Hungría, bronce en el último Europeo, Rumanía, Alemania o la República Checa, a la que las de Jorge Dueñas ya vencieron por 29-31 el pasado viernes en Dinamarca.

Un difícil cruce que no mermó las espectativas y el optimismo del ministro José Ignacio Wert, que pidió a las "guerreras" el oro mundial en Serbia, donde se mostró convencido de que la selección española femenina de balonmano "seguirá haciendo historia".

Optimismo que también reflejaron las palabras del presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, que destacó el esfuerzo y determinación de las jugadoras españolas por volver a subirse de nuevo al podio.

"Se van a dejar, como guerreras que son, la piel sobre el campo para traernos una medalla", indicó Blázquez, un pensamiento en el que incidió el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, que espera tener que verse obligado a viajar a Belgrado para ver colgarse el próximo 22 de diciembre un nuevo metal.

"Ojalá que me obliguéis a ir a veros colgaros una medalla, aunque ya tenéis la medalla de todo nuestro agradecimiento, porque sois un equipo especial, por la manera en que jugáis, en que lucháis y en que ganáis", concluyó Cardenal.