El trinquet Pelayo se viste de gala este domingo para acoger la primera partida de la final del Circuit Professional. Puchol II y Santi (Vinalesa) empiezan la batalla contra Pere Roc II, Dani y Monrabal (Benidorm), que continuará el próximo domingo en la Ciutat de la Pilota.

Son días de ajetreo, mezclados con las Fallas, en los que los pilotaris luchan para sacar lo mejor de sí mismos en el momento clave. Para ello, el actual campeón, Fageca, recomienda "intentar aislarse del ambiente, del entorno, incluso de la familia; tratar de estar tranquilo en casa, entrenar bien y preparar las partidas como toca". La fórmula le salió bien el año pasado, a pesar de que vivir en Valencia capital se lo puso difícil. "Afortunadamente para ellos, ninguno vive en plena ciudad".

Fageca está, como buena parte de los aficionados, indeciso a la hora de señalar un favorito de cara a esta final. "No lo veo nada claro. El trío ha sido el gran dominador del Circuit Professional este año. Tienen al mejor punter, Monrabal, toda la experiencia de Dani, y un pegador detrás como Pere Roc II", describe el escaleter. "Pero la pareja está muy fuerte, ha llegado al último tramo en el mejor momento de forma, y tienen al que es hoy en día el atleta de la pilota, Santi, el más rápido, que se multiplica por el trinquet y siempre llega a tiempo a todas", subraya.

Fageca sufrió en este mismo Circuit el gran rendimiento de esta pareja. "Ya cuando nos enfrentamos (en noviembre), vi que estaban muy bien compenetrados, se entendían, y apuntaban muy alto. Ahora están mucho mejor que entonces, así que les veo con muchas posibilidades a pesar de enfrentarse a un trío", añade.

El trinquet no influirá

En cuanto al recinto de juego, Fageca cree que no influirá. "Pelayo es grande, y eso puede favorecer al trío, pero Puchol II y Santi son rápidos y fuertes y cubrirán bien los huecos. Eso sí, si el trío está perfecto, la pareja va a tener mucha faena". Y ahí, afirma el campeón, entrarían los nervios, el factor psicológico. "Las finales siempre son especiales, y la presión puede hacer que no estés al cien por cien", recuerda. De ahí la importancia del aislamiento, de no dejarse llevar por el ambiente, "por el murmullo que se oye desde el vestuario, por el bar lleno dos horas y media antes".