La empresaria valenciana María José Martínez Maroto descubrió su pasión en marzo de 2014, cuando cruzó la meta de su primer triatlón en Abu Dhabi. Ese día dijo a si misma: «esto es pasión , me encanta este deporte, me encanta viajar y tener aventuras nuevas; voy a hacer triatlones por todo el Mundo». Sueño que se propuso y que está cumpliendo desde entonces. Ha competido en Atlantic City, Miami, Florida, Puerto Rico, Abu Dhabi, Australia; y seguirá buscando destinos que le atraigan para seguir compitiendo en triatlones distancia Ironman -nadar 3.800 metros , bici 180km y correr 42,2km- o Ironman 70.3, la mitad de la distancia de un Ironman. En solo tres años y unos meses ha realizado cuatro Ironman y diez Ironman 70.3.

Este año comenzó su temporada con el Ironman 70.3 de Liuzhou, China, con el objetivo puesto en volver a clasificar para el Mundial. Y así fue. Su tercer puesto en su categoría le llevó a clasificarse de nuevo. Para María José Martínez Maroto, la experiencia de viajar a China para competir fue increíble. Un país tan diferente, con una cultura tan distinta y el idioma, que era un gran hándicap ya que en China casi nadie habla inglés. Pese a todo, enseguida se mimetizó con el país y conoció muchísima gente local de Liuzhou. El 1 de Abril fue la competición, y María José Martinez Maroto, la única representante femenina española de la prueba, cuenta que «fue una carrera muy agridulce. Comencé con una excelente natación, mi mejor tiempo. Salí del agua en tercera posición, pero la transición de natación a la bici fue durísima. Unas eternas escaleras, con unos 100 escalones, que se hicieron muy pesados de subir con neopreno y mojada. Tenía que tener cuidado para no resbalar y caer» relata Maroto, quien aún así comenzó el tramo de bici tercera.

«Los 90 kilómetros del recorrido en bicicleta fueron muy buenos. Un recorrido precioso por la ladera del río Liu Jiang y un circuito con varias pendientes y con mucho viento. Fue duro, pero lindísimo, con muchísima gente animando, con una seguridad exquisita, con avituallamientos muy bien provistos y con muchísimos voluntarios», describe. «Acabé la bici manteniendo mi tercera posición y la transición al tramo a pie fue rápida. Sin embargo, la carrera fue agónica, la peor de mi vida», afirma. «Días antes a la competición tuve una mala caída por unas escaleras, golpeándome el coxis y los peronés. A ello le tuve que sumar calambres en ambas piernas, flato desde el comienzo, la pérdida de las pastillas de sal para paliar los calambres. Fue horroroso. Se me saltaban las lágrimas corriendo, mi cuerpo me pedía parar y tirarme al suelo y dejar de mover las piernas. Fue horrible, hasta que finalmente entré por el pasillo que lleva a la meta, donde me dieron un enorme ramo de flores y la bandera de España que siempre me acompaña a todas las competiciones. ¡Crucé la meta!», relata Maroto tras lograr un tercer puesto que la aupó al podio. Ahora le esperan unas largas semanas de reposo, ya que tiene fracturado el coxis por la caída por las escaleras de antes de la competición, pero eso no le impidió luchar por su sueño. En cuento tenga el alta médica, se preparará para el Mundial Ironman 70.3, que será el próximo 9 de Septiembre en Chattanooga, Tennessee.