El ‘milagro’ no ha sido posible y el Canyamelar Valencia no ha logrado los 11.000 euros que necesitaba para poder afrontar el próximo partido de Liga en casa ante el Rocasa, por lo que el encuentro se suspende y se le da por perdido por 0-10.

Un duro revés para el club, que vio cómo concluyó este martes el plazo que le había dado el Comité de Competición de la Federación Española de Balonmano, sin que hayan llegado ingresos de patrocinadores o instituciones.

El Canyamelar Valencia adeuda a la Federación esta cantidad en conceptos correspondientes al fondo arbitral y distintos gastos federativos, pero los trámites burocráticos han impedido que le puedan llegar a tiempo parte de las subvenciones que tienen pendientes de cobrar, a pesar de las conversaciones recientes del club con la Generalitat Valenciana y la Diputación.

Pese a este revés, el club podrá seguir disputando los partidos de visitante al no tener que pagar las tasas arbitrales en ellos, aunque el futuro se puede complicar si no le llegan las subvenciones aprobadas.