En su primer libro, 'Iten, cuna de campeones' Raquel Landín narraba su experiencia en un viaje a Kenia donde pudo convivir y entrenar junto a la élite del atletismo africano. Una experiencia que le marcó tanto que incluso dio nombre al club de atletismo que lidera, The Kenyan Urban Way. Ahora, después de cinco estancias en Iten, publica 'El secreto es que tú creas que existe un secreto' su tercer libro-También es autora de 'Cariño, tenemos que hablar... de correr'

- ¿Qué aporta de nuevo su segundo libro sobre Kenia?.

— En este libro he tratado de profundizar más en el tema. Es un libro más maduro en el que he recogido todo lo que yo sé. Todo que he aprendido e investigado sobre Kenia, está ahí. Hay un intenso proceso de investigación. He intentado responder a todas las preguntas que yo misma me he hecho en las cinco veces que he estado en Iten: cómo los keniatas han llegado a ser lo que son y por qué, todas las curiosidades sobre su estilo de vida, sus costumbres...

—¿Y ha podido descubrir cuál es el secreto de los atletas keniatas?

—Su secreto es....todo. Cuando se habla de la superioridad de los atletas africanos siempre se habla de lo mismo: la altitud, la genética, su alimentación sin grasas y con hidratos simples, sus entrenamientos... pero yo quería indagar más, saber más. Cuando hablas con ellos y estudias su estilo de vida salen muchos más factores determinantes. Entrenan en grupos gigantescos, ellos 'mueren cada día' en cada entrenamiento. Comen superalimentos, las hortalizas, las verduras crecen en una tierra volcánica muy rica en minerales como el magnesio. Su alimentación es totalmente natural, tienen una densidad ósea mucho mayor que la nuestra, su índice de lesiones es muy bajo.

—¿En qué influye su estilo de vida?

—Es fundamental. Los atletas africanos son muy buenos en carreras de resistencia porque ellos son, ante todo, resistentes a la vida. Mantienen el sentimiento de tribu, sus tradiciones. La mayoría de casas no tienen electricidad. Se acuestan cuando se va la luz solar y se levantan al amanecer. Respetan mucho el descanso, no son materialistas, no ambicionan casas, ni coches...Viven en condiciones muy hostiles, no tienen nada. Lavan la ropa a mano, cocinan con carbón en una especie de hornillo, para comprar o ir a la escuela tienen que recorrer muchos kilómetros. En carrera son muy duros porque están acostumbrados a superar todos los obstáculos en su vida diaria.

—Y las grandes figuras, como el recordman mundial de maratón Eliud, Kipchoge, ¿mantienen ese estilo de vida tan austero?

—Sí, saben que mientras dure su carrera deportiva, esa debe ser su vida. Kipchoge tiene una casa en la ciudad pero cuando se acerca una competición, seis meses antes, se traslada a Iten, al campamento y vive con la misma modestia que el resto de corredores, sin ningún tipo de lujo, hace las tareas que tiene asignadas como uno más. Eso en Europa sería impensable, aquí Kipchoge sería una megaestrella, viviría en una mansión con todas las comodidades.

—¿Es de las que piensa que bajar de 2 horas en maratón es posible?. ¿Veremos un récord del mundo en València?

—El libro lo acabo con ese debate. Estuve en el verano de 2018 en Iten. En septiembre se corrió el maratón de Berlín donde Kipchoge batió el récord del mundo corriendo en 2:01:39. Hablando con uno de los mejores entrenadores del mundo ese verano yo le dije que creía que Kipchoge batiría el récord mundial. Él decía que no, que ya era mayor para eso. ¡Y lo batió!. Ahora mismo creo que es el único que puede batirse a sí mismo. Veremos un récord en València si logran traerlo. Es difícil porque su maratón talismán es Berlín, pero... ojalá venga.

—¿Este verano volverá a Kenia?

—No, estas vacaciones me voy a Nepal a un monasterio, quiero recargar energía. Sí tengo previsto volver a Iten el verano que viene, como parte también de la preparación de un reto que me hace mucha ilusión. Me gustaría debutar en los 42 km corriendo el Maratón de València en 2020 y también preparar bien el Medio Maratón.

—Este último año no ha sido fácil para usted a causa de una lesión en la planta de los pies. Hace tan sólo unas semanas pasaba por el quirófano. ¿Cómo se encuentra?

—Ha ido todo bien. Mi lesión es consecuencia de mi forma de correr, me impulso apoyando sólo el metatarso. Eso me ha provocado una lesión que me ha obligado a correr con mucho dolor. Me dijeron que no podría volver a correr. Lo he probado todo: he cambiado de plantillas 5 veces, inyecciones de colágeno, todo tipo de ejercicios...al final he tenido que operarme. En un par de meses espero volver a correr.

—¿Cómo han sido estos últimos meses para usted?

—Muy duros, mi aliciente para seguir adelante ha sido tener un equipo, acompañar a mis corredores. No sé cómo pude ganar el Circuito Diputación 2018, había muchas carreras en las que me tenía que parar varias veces por el dolor, cada carrera acababa con el pie muy hinchado, el dolor era insoportable.

—Incluso llegó a pasarse al trail...

—Sí, al correr por montaña no me dolía pero a mí lo que me gusta es el asfalto. Aún así fui al Campeonato de España de Trail en Todolella con el equipo Añares Rioja con el que estoy federada y quedamos segundas. Para ello tuve que entrenarme en la montaña durante dos meses. La temporada de cross también la pude hacer bien.

—Sí, en 1999, siendo una niña gané mi primera medalla y este año, veinte años después, he sumado la 19 de mi carrera.