El estudio Penyagolosa Trails Saludable Women ha analizado a 60 participantes de la prueba de montaña (30 hombres y 30 mujeres) y ha constatado que las mujeres acaban las ultra-trail con menos dolor que los hombres y, además, se recuperan antes.

La diputada de deportes, Tania Baños, el director de Penyagolosa Trails HG, Tico Cervera, y el profesor de la Universitat Jaume I, Carlos Hernando, han presentado este viernes en la Diputación de Castelló los resultados del estudio Penyagolosa Trails Saludable Women, según han informado fuentes de la institución provincial.

Esta investigación científica la ha realizado la UJI y Penyagolosa Trails HG, junto con el Hospital Vithas 9 de Octubre y la Cátedra Endavant del Deporte del Villarreal CF. Para ello, han realizado un completo estudio a 30 hombres y 30 mujeres que participaron en la CSP de 109 kilómetros, antes, durante y después de la prueba.

El proyecto se ha focalizado, en primera instancia, en ver las diferencias existentes en la repercusión de un trabajo de larga duración entre los hombres y las mujeres, y, en segundo lugar, en mantener una línea investigadora creciente en España que permita obtener datos para una mejora de la salud de los corredores y corredoras por medio de la medición de factores psicológicos y de hábitos de entrenamiento.

Entre las conclusiones del estudio destaca que el acortamiento de los telómeros (parte final del cromosoma) que se produce en la población sedentaria es diferente a los corredores de Ultratrail.

Así, en los corredores se produce un retraso en el acortamiento de los telómeros, lo que retrasa el envejecimiento celular.

También señala que hombres y mujeres muestran niveles similares de daño muscular al finalizar una prueba de Ultratrail y al cabo de 24 horas. Sin embargo, la percepción subjetiva de dolor general, evaluada mediante una escala visual analógica, es significativamente mayor en los hombres que en las mujeres al acabar la carrera.

Además, a las 24 horas, los hombres siguen manifestando un dolor general significativamente mayor que antes de la carrera, mientras que las mujeres ya normalizan sus valores pasado ese tiempo.

Se concluye, del mismo modo, que el mejor resultado en hombres se vincula con la capacidad de mantenerse más tiempo en intensidades superiores al 85 % del VO2max (consumo máximo de oxígeno o capacidad aeróbica), mientras que en las mujeres esa vinculación no se produce, sino que distribuyen su esfuerzo de otro modo.

La incidencia de calambres no guarda relación con la deshidratación ni con la depleción electrolítica, sino con niveles de daño muscular significamente más altos, y el rendimiento en la carrera se asocia a valores como la capacidad aeróbica y la velocidad que son capaces de desarrollar en su segundo umbral ventilatorio, pero también con la máxima oxidación de grasas, la presión inspiratorioa máxima y la aptitud neuromuscular.