El Levante UD, un legado de buenas oportunidades de mercado a la medida de un equipo como el granota y con futbolistas que seguro que la actual área deportiva, al menos en su mayoría, también habría firmado. Si acaso de entrada sólo deja alguna duda Hernani, desde luego el más arriesgado de todos los refuerzos por la pasta que ha habido que aflojar como prima por llegar libre, lo poco que en los últimos años ha jugado y los promedios nada concluyentes que arroja el Big Data, por descontado una herramienta contra la que rebelarse a base de regates, centros y ojalá también los goles que se le suponen a un extremo de su perfil. Herencia, sin embargo, no son sólo las caras nuevas, sino también las viejas, esas con las que la primera plantilla se va a más de 30 cuando el deseo de Paco López

Los descartes, más allá de los informes sobre jugadores bien ordenados en los cajones, son la parte más envenenada, no sólo porque sean muchos sino sobre todo porque son caros y difíciles de colocar en un mercado en el que el objetivo en estos momentos es hacer caja y de ahí financiar al menos una parte de lo que queda por fichar: un central, dos medios contando con que se vende a Campaña, otro extremo y un delantero que tal y como están poniéndose las cosas tiene más pinta de convertirse en el relevo de Roger que en el de Borja Mayoral. Y es que, más allá de las suspicacias por la pillada del otro día, es una evidencia que Paco López no puede garantizarle al Pistolero los minutos que reclama. Si Mayoral repite como cedido la película va a ser otra vez igual y como que no es plan.

Consenso y ventaja

A dos días del arranque oficial de la pretemporada, pese a la de frentes lógicamente abiertos, lo que hay que reconocer es que al Levante UD se le ha pegado el arroz con las salidas pero por contra está a tiempo de todo con los fichajes y en una posición endiviable respecto a sus rivales por la situación de ventaja en la que se encuentra con una columna vertebral hecha y un entrenador con carrete. Además, el modus operandi de estos primeros días con Manolo, Navarro, Quico y el propio Paco invita a pensar que el consenso no va a ser de cara a la galería sino una válvula de seguridad para todos.