Lo que necesita el Levante UD para ser mejor equipo de lo que ya es continúa siendo un mediocentro físico y eso no lo va a fichar ahora. Primero porque no hay un perfil así en su mercado y segundo y fundamental porque, aunque lo hubiese, tampoco podría. El club está castigado contra la pared hasta que no se quite la mochila de 12 millones de euros del fair-play, así que hasta el 30 de junio no hay nada que hacer salvo ir trabajando y preparar el próximo proyecto. Es justo lo que están haciendo los técnicos, metidos de lleno en la faena de equilibrar la balanza sin necesidad de traspasar a ningún crack, cuestión por otra parte harto complicada porque de los cedidos el único 'vendible' es Moses Simon y con Pepelu sería un crimen. Una vez más, el club volverá a la casilla de salida para hacerse con un Jefferson Lerma.

Margen de maniobra

No van a haber fichajes y posiblemente tampoco salidas, aunque esto último habrá que verlo porque el club ahí tiene margen de maniobra y sobre todo cintura, ya sea con Oier si va para adelante lo del Alavés o por Óscar Duarte si se concreta algo de la MLS o de donde sea. Lo mismo valdría también para Sergio León, cuyo agente ya vino a interesarse por el tema hace unas semanas, si bien es cierto que la ficha del andaluz es prohibitiva para cualquiera. En el proyecto no sobra nadie, pero está claro que si alguien no quiere estar, tampoco nadie sería indispensable. Paco López sostiene por activa y por pasiva, y además lo hace porque está convencido de ello, no porque lo diga de cara a la galería, que la plantilla está perfectamente capacitada para conseguir todos los objetivos y a partir de ahí permitirse el lujo de soñar.

El 'refichaje' de Hernani

Sin fichajes ni salidas, en este segundo tramo de curso va a ser fundamental que los futbolistas que aún no se han cogido lo hagan, al menos aquellos en los que hay esperanzas depositadas. Con adeptos y detractores casi que a partes iguales, uno de ellos es Hernani, el único extremo natural junto a Morales, otro que no termina de romper. El portugués tiene una calidad envidiable y cualidades innatas para el desborde, pero le mata la irregularidad y le frena la indecisión para tirar adelante y encarar cuando toque sin mirar a quién. A pesar de que la apuesta de Paco López es por los centrocampistas, no hay duda de que con dos puñales las cosas podrían salir todavía muchísimo mejor.

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