Lo de que el Levante solamente supere en límite salarial a Elche y Huesca llama la atención. Mucho. Pero tampoco es para llevarse las manos a la cabeza. Ya lo sabíamos. Este verano había que traspasar a Campaña pero no llegó ninguna oferta salvo el sondeo del Leeds. Para malvenderlo, mejor esperar. Eso sí, de la próxima no pasa. El equipo ha crecido en base a comprar barato y vender caro. No al revés, una política que podrán permitirse en Can Barça (ya ni eso) pero no en Orriols.

La espiral en la que se metió el club con los 30 millones de Lerma no ha traído nada bueno. Los granotas van pasados y para fichar a cuatro jugadores se las han visto y se las han deseado. El rumbo se cambió hace un año, pero hay que esperar a ver los resultados. Lo primero, recuperar la senda en la clasificación. Después, traspasar lo que haga falta y fichar lo que se necesita.

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