Tribunales

Torbe acepta dos años de prisión por grabar y difundir vídeos sexuales de una menor

La Fiscalía pedía siete años y siete meses de prisión para él

Torbe fue consciente de la minoría de edad después de grabar las escenas y las publicó cuando la joven cumplió los 18

Torbe, en una imagen de archivo.

Torbe, en una imagen de archivo.

Alberto Muñoz

El productor porno Ignacio Allende Fernández, más conocido como Torbe, ha aceptado ser condenado a dos años de prisión y a compensar con 65.000 euros a una joven por grabar y distribuir vídeos de contenido sexual que se hicieron virales en las redes sociales y en los que la protagonista era una menor de edad. Si entrará o no en prisión por ello es algo que se dirimirá después de que se dicte sentencia.

A pesar de que la Fiscalía Provincial pedía en un primer momento para él siete años y siete meses de prisión, finalmente se ha llegado a un acuerdo entre las partes que ha sido anunciado en la vista celebrada hoy en el Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid.

Además, Torbe no podrá acercarse ni ponerse en contacto con la joven durante los próximos cuatro años y se decretará la prohibición de trabajar con menores de edad durante los próximos seis años a partir de que se dicte sentencia, pues finalmente se llegará a juicio por una tercera persona implicada en los hechos.

Esperó a publicar los vídeos

A pesar de que, según la Fiscalía, Torbe aseguraba que no sabía que la joven aún no tenía los 18 años cuando accedió a grabar dos escenas a cambio de dinero, éste sí que reconoce que lo supo después, razón por la que habría decidido esperar para publicarlas en internet.

La Fiscalía subraya además que la difusión del vídeo ocasionó en la joven un trastorno de estrés postraumático de intensidad media-alta que le produjo graves síntomas de reexperimentación de los hechos “con recuerdos y sueños que le causaban malestar y provocaban nerviosismo”. Incluso ha llegado a declarar que lo sucedido afectó “gravemente” a su vida personal, familiar y social, “debiendo dejar sus estudios al no poder continuar con su proceso formativo”.

Por ello, el representante del Ministerio Público pedía la imputación para Torbe por los delitos de distribución y posesión de pornografía infantil, así como los de descubrimiento y revelación de secretos. Los antecedentes relacionados, por los que el productor pasó medio año en prisión provisional en 2016, están cancelados, según ha confirmado su defensa, por lo que no está claro si llegará a entrar en prisión.

Sin embargo, la acusación popular confirmó a la entrada del procedimiento que si Torbe, que había acordado declarar de forma telemática, no se presentaba físicamente al juicio, iba a pedir la suspensión del acto. Y, en caso de haber llegado a un acuerdo, pediría la nulidad, algo que la defensa criticó como una medida "dilatoria" que solo buscaba "agitar el foco mediático". La jueza avaló la posibilidad de la declaración telemática para "agilizar" los trámites de la justicia.

Denuncia en Rumanía

Torbe, según relata la Fiscalía, contactó en el mes de diciembre de 2012 con una joven rumana que dijo verbalmente ser mayor de edad y con la cual acordó grabar dos vídeos de contenido pornográfico a cambio de dinero en los que participarían él mismo, la joven, que tomaría el nombre artístico de "Jessica Ping" o "Jessica Sing", y J. M. R. C, uno de los colaboradores del productor y que ha pedido que en vez de una pena de cárcel de seis meses se le aplicase una de multa.

Tras grabar el video, la joven entregó a esa persona su tarjeta de identidad, con la que pudo pudo verificar la minoría de edad de la chica, que había nacido en 1995. Él asegura que se lo comunicó “inmediatamente” a Torbe, y, de hecho, durante el acto celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 27 se explicó que "Torbe acostumbraba a hacerse una fotografía con la actriz con la que iba a rodar en la que esta sostenía su DNI junto a su rostro, por lo que él era el responsable último de verificar su mayoría de edad".

El productor, como explica la Fiscalía, “a pesar de conocer que era menor de edad cuando había grabado los dos videos en los que mantenía relaciones sexuales” con ellos, esperó a que la joven alcanzara la mayoría de edad y publicó en su página web los dos vídeos con contenido sexual. Estos hechos fueron denunciados por la joven en Rumanía.

'Aúpa Athletic'

Este no es el único caso por el que se está juzgando a Torbe, sino que se enmarca dentro de un procedimiento mayor. El 21 de octubre de 2015 el acusado contactó a través de su cuenta de correo con otra chica que solicitó poder grabar alguna escena de este tipo de contenido para adultos “manifestando ser mayor de edad al rellenar el pliego de solicitud".

La joven adjuntó a Torbe varias fotos de ella desnuda y, tras varias conversaciones, acordaron que acudiría a su domicilio para mantener relaciones sexuales, “sin que conste que el encausado obligara a la joven de forma violenta o la intoxicara con alguna sustancia para viciar su voluntad”.

Allí, Torbe, grabó las escenas en su móvil “con el conocimiento y consentimiento” de la joven. Una semana después, remitió a otro de los acusados una foto de la chica en la que aparecía desnuda y en la que se veía “claramente” su rostro.  

Una semana después, la chica volvió a la casa de Torbe para grabar nueva escena de contenido sexual, esta vez junto a una joven mayor de edad. Una vez acabada la grabación, el productor y actor porno pidió a la testigo protegido que se pusiera la camiseta del Athletic de Bilbao para, mientras le seguía grabando, pedirle que se la subiera dejando sus pechos al descubierto y que exclamara “Aúpa Athletic”.

Ese mismo día el acusado envío el vídeo a F. J. M. N., para quien el fiscal pide tres años de prisión por el delito de posesión de pornografía infantil, y a varios jugadores de fútbol sin saber “a ciencia cierta” que era menor de edad.  

Tres días más tarde, la chica telefoneó a Torbe advirtiéndole de que el vídeo se había hecho viral y que aún no había cumplido los 18 años, razón por la queeste envió desde su cuenta de correo un mensaje a la web “Forocoches” para que lo retiraran. Finalmente, en noviembre de 2015 la joven, asistida por su padre, presentó una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Alcobendas.