Segunda sesión del juicio

La víctima de Alves, al mosso que la atendió en la discoteca: "No quiero dinero, solo justicia"

Los agentes declaran que la joven se "sentía impotente" y "culpable" y que se había resistido a denunciar porque "tenía miedo a que se supiese su nombre y que no se la creyera"

Segunda jornada del juicio contra Dani Alves por presunta violación

Agencia ATLAS | Foto: EP

J. G. Albalat / Germán González

“No quiero dinero, solo justicia”. Con estas palabras se dirigió la víctima de Dani Alves a uno de los mossos que la atendió en la discoteca Sutton minutos después de haber sido presuntamente violada en un minúsculo lavabo del local en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. Este agente es uno de los policías que han declarado como testigos este martes en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra el futbolista brasileño, que se enfrenta a una pena de hasta 12 años de prisión por un delito de agresión sexual con penetración.

Los mossos d’Esquadra se presentaron en la discoteca de la calle de Tuset de Barcelona cuando la dirección del local puso en marcha el protocolo contra agresiones sexuales. Allí se encontraron con una mujer en “shock” que, según las palabras de uno de ellos, no paraba de llorar. "No quería dar muchos detalles, se ponía a llorar. No quería denunciar por la repercusión que podía tener y porque tenía miedo de que saliera su nombre. Incluso nos dijo que ella era la culpable de lo sucedido, tuvimos que calmarla y decirle que ella no era culpable de nada", ha explicado ante el tribunal uno de los policías, a quien la víctima también le explicó que había sufrido una agresión con "penetración".

"Decía que ella era la culpable y tuvimos que calmarla y decirle que no era responsable de nada"

Declaración de un mosso que la atendió

Estado de 'shock'

Según el agente, un responsable de la discoteca concretó que el autor era Alves. A este policía se le disparó la cámara que lleva en el uniforme, la cual recogió el estado en el que se encontraba la denunciante, una joven que entonces tenía 23 años. “Me habló de penetración con los dedos (las pruebas apuntan a que fue vaginal) y creo que me dijo que se habían besado" con el jugador, ha agregado, aunque la denunciante niega este extremo.

Ese estado de nerviosismo y de “shock’ en que estaba la joven ha sido corroborado por otro de los mossos. “Estaba temblando y llorando. La tuvimos que calmar porque no era capaz de hablar. Decía que no la había dejado salir (Alves en el lavabo) y que le había tocado los genitales. Las amigas aseguraron que había habido penetración”, ha recordado el agente.

El acusado ha acudido hoy a la Audiencia de Barcelona con gafas y polo gris

Este estado de nerviosismo y preocupación de la mujer también lo ha narrado en el juicio la agente de la Unitat Central d'Agressions Sexuals (UCAS) que tomó declaración a la joven días después de la presunta agresión sexual. “Intentaba tranquilizarla. Había ido al médico. Estaba angustiada”, ha detallado la mossa. Según la agente, la mujer se “derrumbó un poco” y se puso nerviosa. “Al principio, no quería denunciar por temor a que saliera su nombre y su identidad y, sobre todo, porque pensaba que no la iban a creer dado que el acusado era una persona conocida. Se sentía impotente”, ha detallado.

Imágenes delatoras

Una de las mossa que visionó las cámaras de seguridad de la discoteca ha sido contundente a la hora de analizar ante los jueces las imágenes grabadas en las que se ve a la víctima, junto a su prima y amiga, a Alves y a su amigo Bruno, bailando en la discoteca y en las que aparece cómo el futbolista primero se dirige al pasillo donde está el lavabo y luego la joven. Según esta agente, esos fotogramas corroboran la denuncia de la víctima. Una responsable de la Unitat Central d'Agressions Sexuals (UCAS) de los Mossos también ha explicado que se acordó que Alves se presentara el 20 de enero de 2023 en el despacho de su abogada para su detención. Se hizo "para evitar filtraciones y fotos" para "preservar su identidad", ha añadido.

La policía acordó con la abogada de Alves, Miraida Puente, que la detención se realizara en su despacho

Por la sala de vistas han ido desfilando este martes los policías que participaron en la investigación, desde quien ese fin de semana se encontraba de guardia, hasta el secretario del primer atestado policial en el que se recogen las diligencias iniciales, junto con la petición de las cámaras de seguridad de la discoteca, o los agentes que se pusieron de acuerdo con la abogada de Alves, Miraida Puente, para que la detención se practicara en su despacho. Después del arresto, el jugador fue conducido a la comisaría y, desde allí, al juzgado. Tras la declaración del futbolista, la víctima, su amiga y su prima, la magistrada ordenó su ingreso en prisión, donde todavía permanece un año después. A la segunda sesión del juicio, el futbolista ha llegado con un jersey gris y gafas. Su madre, Lucía Alves, y uno de sus hermanos han acudido a la Audiencia de Barcelona.

“Ella sabía a dónde iba y qué iba a hacer, pero luego no quiso seguir, se arrepintió", ha opinado un trabajador

"No quería"

Tanto el director de la discoteca esa noche como varios empleados del local también han declarado que la víctima no paraba de llorar e, incluso, que en un primer momento se quería ir a casa. La fueron convenciendo de que se quedara y activaron el protocolo contra la violencia machista. “Estaba alterada”, ha recordado el director. “Nos dijo que había sido él”, en referencia a Alves, que al salir del local, según las cámaras de seguridad, se apartó del grupo donde estaba la joven llorando desconsolada. “Me dijo que no la iban a creer. Que había entrado en el lavabo de forma voluntaria, pero que no la dejó salir. Me dio a entender que sí hubo penetración”, ha subrayado.

Un empleado de la disco que atendió a la mujer hasta que llegaron los Mossos también ha explicado que la joven repetía: “No quería, no quería”. “Ella sabía a dónde iba y qué iba a hacer, pero luego no quiso seguir, se arrepintió", ha opinado.

Durante la segunda sesión del juicio también ha declarado un abogado compañero de la amiga de la víctima, también letrada, al que esta le contó por teléfono lo que había pasado esa noche en la discoteca. Este testigo primero se refirió a un "incidente", aunque luego detalló que le había hablado de "violación" y que le pidió consejo.