La tenista italiana Sara Errani, sancionada este lunes con diez meses por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tras dar positivo en un control antidopaje en febrero de 2016, aseguró que no sabe si tendrá la fuerza y las ganas de volver a competir.

El TAS de Lausana (Suiza) estimó este lunes el recurso de la Agencia Italiana Antidopaje (Nado Italia) y amplió a diez meses la sanción impuesta por la Federación Internacional de Tenis (ITF) a Errani, que era inicialmente de dos meses. De hecho, ya la había cumplido y había vuelto a jugar, resultando decisiva en el duelo de Copa Federación entre España e Italia.

La sentencia se conoce después de que Errani diera positivo en la sustancia "letrozole", considerada dentro de la categoría de "hormonas y moduladores metabólicos", en un control fuera de competición que se le realizó en la casa de su familia el 16 de febrero de 2017.

Tras recibir la noticia de la sanción, la jugadora boloñesa publicó una carta en su cuenta de Twitter, en versión italiana e inglesa, en la que expresa su decepción por unas acusaciones que niega de forma tajante.

"Encuentro, en todo este caso, una profunda injusticia y quiero gritarlo con la cabeza alta, porque sé que no tengo nada que reprocharme. No sé si tendré la fuerza y las ganas de volver a jugar al tenis después de todo esto", escribió la tenista que durante años residió en València.

También explicó que siente "náuseas" por cómo el TAS ha gestionado su caso, defendiendo que la respuesta definitiva llega con mucho retraso con respecto a las fechas inicialmente previstas.

Ocho aplazamientos de la sentencia

"Llevo siete meses pensando y esperando la sentencia definitiva. En ocho ocasiones me han comunicado una fecha (para la sentencia), para luego aplazarla. ¡Ocho veces! Sin darme nunca la posibilidad de vivir y jugar con serenidad", escribió Errani.

"Aumentar la sanción de ocho meses me parece una vergüenza", agrega la jugadora boloñesa, que ganó cinco torneos Grand Slam de dobles en su carrera.

En la carta, Errani destaca que el TAS confirmó por segunda vez que tomó el "letrozole" de forma involuntaria y que, en todo caso, se trata de una sustancia que "no mejora las prestaciones atlético-deportivas".

"Tras cumplir ya siete meses entre resultados anulados y período de inactividad, y haber vuelto a competir con un ránking de (jugadora número) 280, me añaden ahora, que he vuelto a levantar deportivamente la cabeza, otros ocho meses de sanción. Esto es ¡absurdo!", reflexionó.

Sancionada hasta febrero de 2019

La Federación de Tenis italiana (FIT) calificó de "injusta" la sanción de diez meses. La FIT subrayó que está convencida de la inocencia de Errani y consideró que la carrera de la jugadora siempre ha estado marcada por el "respeto de los valores en los que se funda el tenis italiano", en un comunicado oficial publicado en su página web.

"La FIT, después de enterarse del resultado del proceso de apelación al TAS de Lausana que ha condenado Sara Errani a diez meses de sanción, de los cuales dos ya están cumplidos, expresa su cercanía a la atleta, reiterando la convicción de su inocencia", reza el comunicado del organismo que gestiona el tenis italiano.

"La FIT está cerca de Sara y está convencida de que todo esto no representará un freno en su carrera, sino la ocasión para salir de nuevo con mayor fuerza", se agrega.

La decisión del TAS ha sido considerada inicua por el presidente de la FIT, Angelo Binaghi, quien opinó que la sanción supone una violación de los derechos de Errani.

"El hecho de que el TAS haya publicado esta sentencia inicua seis meses después de la fecha que el mismo organismo había anunciado (el pasado diciembre) representa una grave violación de los derechos de la atleta, que se vio negada la serenidad necesaria para desarrollar su profesión", aseguró.

La sanción del TAS a Errani, en la que se le reconocen los dos meses ya cumplidos entre el 3 de agosto y el 2 de octubre de 2017, ya ha entrado en vigor y durará hasta el 8 de febrero de 2019.