El Valencia Basket cayó de forma clara en el Basketball Center of Moscow Region en un mal partido en el que, a pesar del abultado resultado, compitió de tú a tú ante el Khimki durante treinta minutos. A partir de ahí, y después de un esfuerzo importante donde no acompañó ni el acierto ni las sensaciones en la pista, el equipo poco a poco se dejó ir. Al final, 98-74, y la serie que se decidirá el próximo miércoles (20:45 horas) en La Fonteta.

Peor entrada en el partido de los locales, que ya acusaron cierta presión y nervios en los primeros compases. Los taronja, por contra, aprovecharon los errores del perímetro rival y de su gran estrella, Alexey Shved, para marcar las primeras rentas (5-10; min. 5). La segunda personal de Vives y de Rafa Martínez obligó a variar las rotaciones al tiempo que el Khimki empezó a meterse en el encuentro tras la entrada de Sokolov. Otra vez el pívot ruso fue clave en el resurgir del equipo de Ivanovic, que tras un parcial de 9-2 se ponía por primera vez por delante en el electrónico (14-12; min. 8).

Los porcentajes de acierto en el conjunto taronja eran muy bajos y eso condicionó los siguientes minutos. La otra diferencia llegó desde la línea de tiros libres, con 11 lanzados para el Khimki por ninguno de los valencianos en el primer cuarto. Sokolov, al igual que en La Fonteta, hacia mucho daño en la pintura y eso también condicionaba la defensa taronja, que permitía más espacios al perímetro ruso para anotar (27-20; min. 13). A Pedro Martínez no le quedó otra que parar el partido para corregir posiciones e intentar evitar que el cuadro moscovita continuara anotando con tan facilidad. El Valencia Basket estaba encajando demasiados puntos en transición y contraataque, algo que había que solucionar cuanto antes (32-24; min. 15).

En estas llegó la segunda falta de Sokolov, que le llevó directamente al banquillo y dio algo de aire a los de La Fonteta. En parte gracias también a la irrupción de Will Thomas en el encuentro, que con siete puntos consecutivos y su capacidad reboteadora logró que su equipo recortara notablemente las diferencias (36-31; min. 16). Luego, cinco puntos consecutivos de Guillem Vives y dos tiros libres de San Emeterio estrecharían aún más el cerco sobre su rival (40-38: min. 18). Pero el problema, pese a la gran defensa de Sastre sobre Shved, estaba en defensa. Ahí el Khimki volvió a sacar petróleo antes de llegar al descanso (45-41; min. 20).

El paso por los vestuarios sentó mejor al Valencia Basket, que de la mano de Vives y un excepcional Joan Sastre rápidamente volvió a ponerse por delante en el electrónico tras muchos minutos sin hacerlo (47-48; min. 22). Parecía que el Valencia Basket podía entonces cambiar la inercia del choque pero solo fue un espejismo. Dlos problemas para asegurar el rebote permitieron al Khimki recuperar el control del juego y mantener a los taronja bajo control. Pese a que las distancias no eran grandes (60-57; min. 26), las sensaciones no terminaban d eser del todo positivas. Los locales seguían anotando con mucha comodidad, lo que al final desembocó en un parcial de 9-1 que instauró la máxima desventaja a dos minutos del final del cuarto (69-58). El encuentro, ya por entonces, pintaba muy mal aunque dos buenas acciones de Oriola dejó todavía todo abierto de cara al último cuarto (69-62; min. 30).

Al Valencia Basket no se le veía fino, sufría en cada acción, tanto en ataque como en defensa, y eso no era un buen síntoma de cara a los últimos minutos (80-66; min. 33). El partido se escapaba, y más cuando los árbitros aparecieron en escena para terminar de desquiciar al equipo taronja. Incluso a Pedro Martínez se le vio visiblemente molesto e incluso resignado con los colegiados. Algo, por otra parte, nada sorprendente en el Basketball Center of Moscow region. Pese a ello, el Valencia Basket tampoco fue capaz de poner mucho de su parte para invertir la situación y evitar el empate a uno en la eliminatoria.