La valenciana María Pina, que hasta ahora jugaba en el Gernika de la Liga Dia, regresa a la ‘terreta’ después de haber sido el primer fichaje de la próxima temporada del equipo femenino del Valencia Basket. La alero llega con el objetivo de aportar experiencia y reforzar la línea exterior del equipo.

Sale de València con 14 años y vuelve ahora con 30, ¿cómo lo vive?

—La verdad es que no entraba en mi cabeza pero al final me fui haciendo la idea cuando empezaron mis contactos con el club. Estoy en un punto de mi vida y de mi carrera, sobre todo personal, que ya tengo una lectura de la vida y no soy aquella niña loca a la que le perdía un poco la emoción. Soy capaz de ver la responsabilidad que tengo y que tendré en el equipo seguramente. Y bueno, conforme ha ido pasando el tiempo creo que he acertado de lleno viniendo aquí, estar otra vez en mi casa, con mi familia y en un sitio familiar, ya que yo jugué en Don Bosco.

—Su familia estará encantada con su decisión y con su fichaje...

—Sí, al principio ellos me dejaron mi parcela en la decisión pero una vez ya dije que sí, se fueron un poco imaginando la vida así. Especialmente mis padres porque llevo 18 años fuera de casa. Todos están encantados y locos por verme jugar. Voy a compartir con ellos momentos muy bonitos y tengo todo su apoyo y el de mis amigos.

—Bueno, en estos años tampoco le habrán visto jugar todo lo que hubieran querido...

—No, por lo que ahora yo les exijo (risas): «Tengo que ver que os sacáis el pase, que venís a los partidos». Y todos acceden con la broma y me dicen «ahora iremos a verte», pero claro, ellos todavía están ubicándose, igual que yo, ahora que voy a volver a vivir aquí y me tendrán más cerca. Con el tiempo veremos lo que pasa.

— ¿Cómo ve el proyecto del Valencia Basket

—Pues genial, la verdad que genial. Conozco a mucha gente entre los fichajes y sé que son buenas personas, comprometidas con los clubes en los que juegan y entienden de esto. De todas formas, Rubén ya se encargará de colocarnos, aunque hay que tener las ganas, la ilusión, el compromiso y asumir que el club ha puesto una piedra muy grande para que estemos aquí y hay que compensarle. Estoy muy contenta porque confio mucho y se que van a pasar cosas buenas seguro.

—El primer objetivo del club es asentar el proyecto de liga femenina y ya sabe que su ambición siempre es máxima...

—Sí, de todas formas independientemente de la categoría en la que hubiera quedado el club, mi interés estaba igual y creo que con eso lo respondo todo. Mis intereses van con los del club. Si el club quisiera competir, por ejemplo, para la Copa de la Reina, pues yo haré todo lo posible y estarán mis armas como jugadora y como persona a disposición del club. También mentiría si no dijera que estando malacostumbrada a estar siempre en la cima de la liga no me vaya a molestar que no estemos, por supuesto, pero espero que las cosas vayan bien y al final nos ponga la liga donde nos tenga que poner.

—¿Y dónde espera estar? Porque viene con ese espíritu competitivo y ese listón alto.

—Donde nos merezcamos. Es obvio que me gustaría estar por encima, competir, ganar partidos que por plantilla tenemos que ganar y luego aspirar a ganar otros que por penetración, por compromiso, por el club o por el estado físico o lo que sea que podamos estar arriba. Y al menos el primer año saborear o estar cerca. No pasarlo mal, que sería descender o arrancar muchas derrotas seguidas, eso sería algo complicado de asumir, claro.

— ¿Qué espera aportarle al equipo en esta primera temporada en el Valencia Basket?

—A nivel deportivo creo que he hecho los mejores números de mi carrera, puedo jugar a darle a suposiciones pero al final eso te da muchos espacios. Luego a nivel personal me encanta crecer, que la gente este comprometida, que todo vaya bien, que todo el mundo esté bien. Me encanta trabajar, ya que en lo único que creo es en el trabajo y el esfuerzo. Y bueno, dentro de que el club está un poco verde en la Liga Dia pues aportar algún consejo, alguna experiencia, algo de partidos o estructura. Ahí estaremos.

—Confesaba en su momento que estuvo en La Fonteta en la fase de ascenso haciendo una composición del lugar donde iba a estar, ya que su fichaje estaba muy mascado por entonces. ¿El objetivo, o utopía, es que ese pabellón esté siempre con ese ambiente en cada partido suyo en la liga?

—No sé, tú vas fuera de València y la cosa es la mitad de la mitad de la mitad, menos en Salamanca que hay un montón de ambiente. Y al final jugar así e ir a pabellones pequeñitos no se nos tiene que olvidar, ya que el listón en general de la liga es bastante menos que eso. Lograr eso en todos los partidos sería una cosa inexplicable porque no pasa en ningún sitio y sería el primer año en la competición. Pero bueno, partidos chulos, en horarios chulos, esperamos que haya así ambiente pues sera síntoma que algo estamos haciendo bien y empatizando con la grada. El club se mueve bastante, aparte que hemos venido muchas valencianas y la gente se sentirá más identificada con el juego. Por lo tanto, espero que no sea un objetivo pero sí un síntoma de que las cosas se están haciendo bien en el equipo.

—Es un doble reto, por una parte ganar partidos pero por otra es importante atraer a la gente...

—Sí, creo que han acertado con traer a gente de la casa, todo el mundo me vio en su momento entrenar en Don Bosco. Al final somos gente que nos conocemos. Yo, por ejemplo, he visto jugar a Víctor Luengo. Somos de aquí, tiraremos también de un montón de gente local que se fue y ahora se vuelve a enganchar. Y eso, acompañado del baloncesto que hagamos, yo creo que influirá para que venga más gente.

—El club tuvo muy claro darle una oportunidad a jugadoras de nivel valencianas que por circunstancias antes se tenían que ir...

—Esa es también una de las cosas que me hizo venir. Es síntoma de que el club quiere hacer las cosas bien y creo que podrían. Está claro que con el poder del Valencia Basket es un poco una locura empezar a fichar a gente que no está contrastada. Es importante coger una buena base, con gente con experiencia que se involucre, se identifique con la grada y luego pues ficharemos más a niveles de Euroliga, a niveles más altos. Yo creo que ha sido un acierto esta intención.

—¿Eso llegará algún día?

—Sí, si hablas con cualquier persona que trabaja en el club o vas ahora a las instalaciones, lo ves. Creo que las cosas las hacen por algo. Quieren seguir avanzando y seguir construyendo y estar lo más arriba que puedan. Esto es solo un inicio.

—También es bonito formar parte y crecer...

—Es muy bonito para mí ya que es como crecer juntos. Me siento muy dentro del proyecto, ya que estoy elegida para empezar a hacer una cosa que en su momento será importante.