La vida ha cambiado para todos desde que se decretó el estado de alarma en España, y los deportistas profesionales no son una excepción. Es más, desde que ‘explotó’ la crisis por el coronavirus, son probablemente de los gremios que más están notando el cambio en sus rutinas laborales diarias. Y, como todo, hay quién lo lleva mejor y quién no termina de adaptarse a las nuevas circunstancias. Fernando San Emeterio es de los primeros.

«Soy muy casero y no me está costando demasiado. Estoy leyendo algún libro, viendo alguna serie, y también con mucha red social. Soy muy de Twitter y estoy leyendo bastante a través de ahí, artículos y tal. Sobre todo eso», explicó en declaraciones a la ACB. Sin embargo, reconoce que la mayor parte de su tiempo en este confinamiento obligado se lo está llevando su hija.

«Mi hija tiene 7 años, así que nos ocupa bastante tiempo. Intentamos aprovechar el tiempo para estar con ella. Mi mujer me decía el otro día que no me recuerda tanto tiempo en casa sin salir, sin que tuviera que ir a entrenar o de viaje. Así que vemos el lado positivo de todo lo que está pasando y aprovechamos para estar tiempo juntos», señaló el alero taronja, que durante estos días tampoco a dejado de comunicarse con el resto del equipo. «Hemos hecho mucha comunicación de esta manera, a través del ordenador, vernos las caras, hacía mucho que no se hacían este tipo de llamadas o incluso reuniones», destacó el cántabro.

Y es que, afortunadamente, esto «nos ha pillado en una era en la que la tecnología nos permite estar más unidos que nunca pese a no estar juntos. Creo que es algo positivo y bonito poder dar un toque a alguien que hace tiempo que no ves o con quién no hablas pero que está ahí, y preguntarle que cómo va, que cómo lo está viviendo. Es algo bonito para retomar relaciones», opina el jugador del Valencia Basket.

En cuanto a sus rutinas de trabajo en casa agradece el hecho de que «el club ha tenido el detalle de mandarnos material completamente desinfectado. Nos ha mandado una bicicleta estática y material de gimnasio». Unas facilidades que, sin embargo, no evitan otra serie de handicaps a la hora de ponerse a entrenar en un entorno muy distinto al habitual dentro de un escenario cargado de incógnitas.

«Poco a poco vas organizándote y vas haciendo, aunque es difícil porque primero no hay una motivación concreta de que tal día se va a empezar. Por todo esto cuesta un poco ponerse, cuesta el día a día entrenar en casa, pero es algo que tenemos que hacer porque esto de repente cualquier día se reanuda y hay que hacerlo. No es lo mismo que estar en una pista, pero hay que mantenerse como una pueda, cuidando la alimentación también», recuerda San Emeterio, que al igual que el resto de jugadores y jugadoras de las plantillas masculina y femenina tiene a su disposición un completo plan nutricional que debe seguir mientras siga vigente el Estado de Alarma.

Una situación que vive con preocupación, como todos, pero también con orgullo y optimismo. «La gente está siendo muy responsable y está ayudando mucho a otra gente. Es algo positivo, y luego por supuesto quiero destacar a todos los que en esta situación están trabajando, sean sanitarios, camioneros que hacen que la comida nos llegue… toda esa gente que está trabajando y que tiene un merito brutal», concluyó San Emeterio.

También te puede interesar: Las 'fugas' y los ERTE ponen patas arriba la ACB