Sin público en las gradas y con el acceso muy limitado a un reducido grupo de prensa, miembros de la organización y de los clubes, la Fase Final de la Liga Endesa ha arrancado este miércoles marcada por las estrictas medidas de seguridad tanto en los accesos a La Fonteta como durante el partido.
Unas alfombras de desinfección de zapatos y otras de secado son de paso obligado para todo el que acceda al recinto. Por un instante, hay que quitarse la mascarilla para someterse a un reconocimiento facial ante una máquina para comprobar la identidad de las personas acreditadas.
Tras lavarse las manos con gel hidroalcohólico y recoger las respectivas acreditaciones, personal de la organización acompaña a cada uno a su lugar asignado, desde donde no se podrá mover hasta 15 minutos después de cada partido salvo caso de urgencia, en el que solo podría salir acompañado de alguien de la organización para no invadir cualquier otra zona a la asignada.
La cabina de control a pie de pista está tras una pecera de cristal para evitar cualquier tipo de contacto con los jugadores. Lógicamente, también se desinfectan los aros, los balones y cualquier zona de paso.
De hecho, entre partido y partido y en los descansos, una máquina desinfecta la pista al completo, mientras operarios cambian algunas de las publicidades de la pista para que puedan lucir los patrocinadores de los equipos del siguiente partido.
Al margen de los aspectos sanitarios, la presentación de los jugadores la hacen aficionados que enviaron sus vídeos para que se pudieran proyectar por el videomarcador. Instantes después, un minuto de silencio en memoria de las víctimas por el coronavirus, da paso a cada uno de los partidos.
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