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ENTREVISTA Xisco Muñoz

Xisco: "Pedro Cortés me adoptó como si fuera su hijo"

Xisco Muñoz es uno de los seis futbolistas del Levante con pasado valencianista.

Llegó con 16 años al filial del VCF y tras un amistoso ante el Liverpool, Rafa Benítez le comunicó que se habían acabado las cesiones y que era jugador de la primera plantilla. «Ha sido el mejor entrenador que he tenido en mi carrera», afirma. El balear lo compara muchas veces con Luis García. «Si sigue así puede ser en el futuro ´otro Benítez´», añade sobre su actual preparador. De sus excompañeros se acuerda de Curro Torres, David Navarro, Garrido y Marchena, de Manolo Maciá, que por aquel entonces era el director de la escuela y, sobre todo, del que fue su presidente y ahora uno de los delegados de la absoluta, Pedro Cortés. Hacia él sólo hay piropos.

Levante-Valencia. Su equipo actual con el que ha vuelto a Primera División y la escuadra con la que consiguió una Liga, una Supercopa de Europa y una UEFA.

—La ciudad de Valencia es especial en todos los sentidos. He vivido de valencianista y estoy disfrutando como granota de mis mejores años futbolísticos. En el VCF conseguí títulos a máximo nivel, y con el Levante he sido partícipe de un momento mágico con un ascenso que me ha permitido volver a Primera División. Me siento genial viviendo aquí, muy querido y respetado. Llegué siendo un niño, y me formé como jugador y como persona. Siempre que pienso en Valencia es en cosas muy positivas.

—¿Quién fue la primera persona que le abrió las puertas del Valencia cuando aterrizó con 16 ´añitos´?

—He tenido mucha suerte. Cuando llegué al filial del Valencia con 16 años estaba de director de la escuela Manolo Maciá. Siempre tuvo un trato especial conmigo, al igual que su hijo Edu, como también José Carrascosa. Y luego también es de agradecer los momentos en los que estaba Pedro Cortés como presidente. Él me adoptó como un hijo. Es bueno conocer a estas personas que te acogen después de salir muy joven de casa, de dejar a la familia un poco atrás y vienes a vivir una aventura que puede salir bien o mal. Afortunadamente salió bien esta vez. Ellos me ayudaron en los momentos difíciles.

—Con tantos éxitos en el Valencia le será complicado quedarse con algún enfrentamiento en concreto.

—He vivido momentos emotivos como el encuentro de la Liga en Sevilla o las semifinales de la UEFA contra el Villarreal. También me acuerdo de un partido muy simple ante el Liverpool en una pretemporada. Allí fue donde Rafa —Benítez— me comunicó que me quedaba en el primer equipo, que no me iba a ir más cedido. Era algo grande la noticia que recibí en ese momento de poder estar en la primera plantilla del Valencia, aunque en ese mismo encuentro me rompiera el quinto metatarsiano.

—De los entrenadores seguro que se quedará con Rafa Benítez.

—En la carrera de un futbolista es muy bueno encontrar a grandes entrenadores. Tengo que dar gracias que muchos han confiado en mí y de ellos he podido aprender una barbaridad. Comparo muchas veces a Luis García con Rafa Benítez. Los dos tienen las ideas y los conceptos muy claros. Futbolísticamente, Rafa ha sido el mejor entrenador que he tenido en mi carrera; pero también el que tengo ahora es un magnífico técnico, que apunta alto y que si sigue así puede ser en el futuro ´otro Benítez´.

—En Orriols se habla maravillas de la unión del vestuario desde que está Luis García. ¿Vivió algo de estas características en el VCF?

—En el vestuario que compartí en el Valencia conservo amigos. Pero sí es verdad que en estos dos años en el Levante nunca había encontrado a un grupo de gente igual. No sólo los del vestuario, sino también las personas que hay alrededor. Es muy importante venir a trabajar y sentirse cómodo y feliz. Desde que pasas por la puerta de entrada a la Ciudad Deportiva encuentras al utillero, al fisio... a muchos profesionales que ayudan a crear un ambiente extraordinario. Este es un grupo humano excelente, que muchas veces se echa a faltar. En muy pocos sitio se puede encontrar un vestuario como el del Levante, con gente de esta calidad humana.

—¿Con quién hacía más ´travesura´ en su estancia como valencianista?

—´Currito´ Torres, David Navarro, Marchena y Garrido son los compañeros con los que más relación tenía en aquel momento. Por la distancia cada uno va eligiendo su camino, pero alguna vez hablamos y nos mandamos algún mensajito. Conservo muy buenos recuerdos, más cuando consigues ganar. Con las alegrías todo es más bonito, por eso tienen más fuerza esos momentos que otros. Hay que seguir manteniendo esas amistades. No éramos de ir a comer todos los días juntos como muchas veces sucede en el vestuario del Levante en el que el trato es más cercano.

—Hace tiempo se reencontró en un acto con Vicente. Fueron los dos héroes de la Liga del Sánchez Pizjuán.

—Fue algo muy rápido porque llegamos con el tiempo justo. Estuvimos un rato delante de mucha gente y ahí es difícil hablar de aquellos éxitos. En esa época Vicente era el mejor jugador que había en la Liga de Fútbol Profesional; no había ningún banda izquierda que le hiciese sombra. Eran Vicente y diez más. Seguro que aquel momento lo recordará como el boom de su carrera. Era un cañón. Ha tenido mala suerte y actualmente no está encadenando minutos, que eso es lo que al final marca. Para demostrar lo que uno tiene es esencial tener confianza y continuidad. Ahora cuando sale al terreno de juego aporta su granito de calidad.

—No hay mucha tradición de derbi en Valencia, pero en Orriols hay muchas ganas de vencer al vecino.

—He podido jugar un derbi sevillano, que es lo máximo. Ahí te enseñan a disfrutar de lo que es un encuentro de rivalidad. Me gustaría que la gente supiera lo que es un Levante-Valencia. Para nosotros es un partido muy importante, que jugamos en nuestra casa, y con el orgullo de muchísima gente. Es un encuentro muy especial, y así hay que hacérselo sentir a toda la gente. Son más que tres puntos.

—No es la primera vez que se mide al Valencia. ¿Recuerda algún momento especial ante su ex equipo?

—El más especial fue el año posterior a mi salida del Valencia. Fui a Mestalla con el Betis y marqué de cabeza. Es el que más recuerdo. Estando cedido con el Recreativo no pude jugar por contrato, con el Tenerife sí, y con el Betis también.

—¿Celebraría el gol si marca?

—La gente tiene que saber que tengo mucho cariño a la historia que viví en el Valencia, pero que nadie del Levante dude que voy a luchar al máximo por estos colores. Si marco me voy a poner más contento... Quien dice lo contrario, miente: primero por el colectivo y segundo por lo personal... y más jugando en casa. A todos los jugadores les gusta marcar goles y quedar bien ante cualquier adversario. Tengo mucho aprecio al Valencia, pero ahora soy jugador del Levante y voy a luchar al máximo en este partido y en todos los que quedan del campeonato para ayudar al club a conseguir la permanencia.

—¿A quién quitaría si le dejaran eliminar a un jugador del Valencia?

—Si no ponen a otro quitaría al portero. El Valencia está trabajando como grupo y es difícil quitar a un jugador. Si cambias a uno por otro tiene la capacidad de estar al mismo nivel, además alto, y la diferencia se nota muy poco. Pese al revés de la Copa, en Liga está en un buen momento, enrachado en los últimos minutos, lo que le ha valido para conseguir muchos puntos.

—Lo que querrá es que los árbitros no hagan estragos al Levante, y que los penaltis no sólo se piten en los encuentros intrascendentes.

—Con los árbitros no suelo entrar mucho, pero sí me gustaría que alguien fuese un poco justo y enseñase desde el primer día hasta hoy los puntos que hubiésemos podido conseguir. Está claro que se pueden equivocar, pero quisiera que alguien cogiese todos los vídeos e hiciese un cortar y pegar, pero no de jugadas tontas, sino de las claves, como nos ha pasado a nosotros. Es determinante que no te piten un penalti con 0-0 en el marcador en el Camp Nou. Al Madrid le señalaron el otro día uno por un agarrón. Son muchos puntos.

—En lo anímico parece que el Levante llega en mejor momento que el Valencia tras la Copa del Rey.

—Era un partido muy importante para nosotros. Delante teníamos al Real Madrid, sabiendo que el resultado de la ida era muy difícil levantarlo bajo las circunstancias del 8-0. Teníamos nuestro orgullo, hicimos un partido muy trabajado y conseguimos una victoria que a nuestra gente le hizo mucha ilusión. Rápidamente cambiamos el chip para pensar en el derbi.

—¿Se notó que escoció el 8-0?

—Lo que pasó en el Bernabéu fue un accidente. Lo más importante es que la gente que vino al campo nos ayudó, nos acompañó en todo momento. Era imposible darle la vuelta al 8-0, pero sacamos la cara, el orgullo y esa garra que siempre hemos demostrado gracias a los aficionados. Era lo menos que podíamos hacer por ellos. Sé que ante el Valencia nos van a ayudar a conseguir tres puntos vitales.

—Parece que el efecto de la eliminatoria no va a desaparecer hasta el encuentro de Liga de la segunda vuelta en el Santiago Bernabéu.

—Nada más acabar el partido pasamos página. No nos gustó ni la actitud de los jugadores ni la de Mourinho. No entiendo la actitud del portugués pidiendo educación a nuestros aficionados. Habría que recordarle que en Madrid nos cantaron ´A Segunda´. No pensaba que el 0-0 de Liga les iba a doler tanto.

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