Badal, otro diamante para la defensa

Carlos Badal tiene una manera sencilla de ver el fútbol: lo más importante para un defensa es defender cada balón como si fuera el último, lo demás ya vendrá. Rápido, contundente y potente en cada salto, los técnicos de la Academia coinciden en que tienen una nueva perla entre manos para asegurar el futuro del centro de la zaga del Valencia. Un futbolista joven, que todavía está en edad cadete, pero que posee unas condiciones extraordinarias y una madurez impropia de un chico de quince años. Desde que comenzó la temporada el valencianista se ha consolidado como uno de los líderes del entramado defensivo del Juvenil B que dirige Miguel Grau y ya es un fijo en los esquemas de la Roja, con la que ha participado en el Torneo Desarrollo de la UEFA que se ha disputado en el Algarve (Portugal) estos últimos días.

El joven central de Villanueva de Castellón fue titular el sábado en el encuentro que midió a los chicos de Santi Denia con la selección de Alemania y cuajó una destacada comparecencia que le sirve para consolidarse con la Roja. España no pudo pasar de la igualada después de haber empatado a cero en la jornada inaugural contra Holanda, un marcador que repitió ayer ante Portugal. En suma, cinco puntos -el primer partido se resolvió a favor en la tanda de penaltis- que deslizan a la Roja como el tercer equipo clasificado de este torneo, a pesar de que pudo ser campeona casi hasta última hora, pero Holanda no fue capaz de imponerse a Alemania en su partido. Sin lugar a dudas, un desafío importante que tiene que servirle para seguir creciendo de la manera y a la velocidad que lo está haciendo. El ´central del futuro´ ponía rumbo de vuelta ayer por la noche -desde Madrid- en tren de alta velocidad y llegaba a casa a última hora del día, algo cansado por el trajín del regreso pero satisfecho y lleno de ambición competitiva para enfrentarse a Huracán este fin de semana, una ocasión nítida para afianzar el liderato en Liga Nacional. Badal tiene un referente muy cercano. Toma cada puesta en escena de Nico Otamendi como una lección profesional. Quién sabe si dentro de poco ocupará su lugar.