El internacional costarricense Celso Borges, centrocampista del Deportivo, ha afirmado que lo que se le avecina al conjunto coruñés en el tramo final del campeonato, empezando por el partido del viernes ante el Valencia, es "bastante duro" y ha abogado por "confiar unos en otros" para lograr la permanencia. "Lo que se viene es bastante duro y lo que nos sirve es confiar unos en otros y encontrarnos mentalmente positivos", comentó en rueda de prensa.

El futbolista admitió que después de cuatro encuentros sin ganar, el vestuario del Deportivo, que perdió el pasado fin de semana 3-4 con el Sevilla, no está para celebraciones pero tampoco hay desánimo.

"Obviamente, después de perder partidos, el vestuario no es una fiesta, no hay motivos para celebrar, pero no podemos entrar en un bache negativo porque sería hacer una mala situación. Para nada hay desánimo. Tenemos que estar positivos", declaró.

A los aficionados les pidió "que no pierdan la fe ni el positivismo ni la esperanza en el equipo" en la recta final de la temporada.

Sobre la visita al Valencia, dijo que, a pesar de la diferencia en la clasificación entre uno y otro equipo, ve al Deportivo "capacitado para hacer un buen partido" y "para sacar puntos".

Borges indicó que en la plantilla han hablado sobre el "juego" del último partido y "cómo mejorar" para lograr los puntos necesarios para la salvación.

"Por fortuna, ante el Sevilla pudimos concretar varias opciones de gol y ahora toca la otra parte, volver a estar más juntos cuando estemos atacando y reestructurar rápido, que es lo que trabajamos", reconoció.

Respecto a la llamada de la selección de Costa Rica para dos partidos a finales de mes, el mundialista indicó que "es una alegría jugar" con el combinado nacional. "Hay mucha euforia todavía de lo que pasó (en el Mundial de Brasil) y se mantiene muy vivo el ambiente de lo que es la selección. La gente se siente muy identificada con los jugadores, pero primero tenemos dos finales con el Deportivo", advirtió.

En la selección coincidirá con el portero Keylor Navas, que es suplente de Iker Casillas en el Real Madrid, al que llegó el pasado verano. "Él entrena para ser titular. Yo he entrenado con él, lo conozco desde categorías inferiores, y se mata entrenando, trata de ponerle lo más difícil que pueda la decisión al entrenador donde esté. Eso es lo que puede controlar, lo demás se le escapa de la mano. Obviamente, no estar contando es una situación difícil para cualquier jugador, no solo para él", sentenció.