El Valencia tiene la hoja de ruta marcada. Después del pinchazo en el último tramo del partido ante el Alavés, un pasaje que en solo diez minutos enterró todo el buen trabajo realizado anteriormente y volvió a impregnar el ambiente de sensaciones preocupantes, al conjunto de Voro no le queda más que imponerse el reto de competirle al Leganés como si fuera el Real Madrid. "Lo del Madrid es muy bonito pero la realidad es la que es, ya ha pasado, esperamos seguir en la misma línea. No tenemos tiempo para pensar en nada, ni para saborear la victoria ante el Madrid ni este tramo amargo. El calendario es el que es, es muy exigente, pero lo es para todos. Si ganas al Real Madrid y pierdes después...", reflexionaba ayer el técnico. Una victoria, como dice, supondría dar "un paso muy grande por el objetivo" de la permanencia pero para lograrlo tendrá que superar un obstáculo añadido: demostrar capacidad de superviencia en un calendario que estalla por sus costuras. El Valencia disputa su cuarto de cinco partidos en solo quince días.

Exigencia. Ese era el eslógan de la portada de este lunes de SUPER. Y es que hasta final de temporada ese va a ser un ingrediente fundamental. A eso no se puede renunciar nunca. El Valencia ha recalibrado su objetivo de las cuatro primeras plazas de la tabla a mantener la categoría, prácticamente lo único que queda intacto a la gestión de Meriton junto al estadio, la hinchada y el escudo. Así, Voro afirma que el propósito es «competir en todos los partidos y tener posibilidades de ganar siempre». Hoy es un día para demostrarlo y dejar lo que sucedió en Vitoria en una anécdota. El club presenta una deuda con su acreedor, la afición. Un boquete en la escala de credibilidad que debe repararse a golpe de victorias. Episodios como el del pasado miércoles ante el Madrid son el mejor camino para equiparar expectativas, rendimiento y lamentos póstumos. Intensidad, claridad, ganas de reivindicarse, necesidad, supervivencia, orden, resistencia y fútbol, a pinceladas o a brochazos, como sea, pero ese es el camino para recobrar el sentido.

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Para ello es clave que todos los actores aprendan de sus propios errores. Que todo el bagaje anterior sirva para algo. «Todos, no solo los futbolistas, también la parcela técnica», reconoce Voro, «si supiésemos cual es la receta siempre seríamos unos fenómenos. Podemos equivocarnos. Yo la autocrítica la hago siempre. El equipo interpretó bien el partido, no le dimos salida a Llorente ni dejamos recibir a Camarasa, tuvimos control del partido. Si tuviésemos una varita mágica seguramente yo no estaría aquí».

Pleno de victorias este curso

El gran handicap son las ausencias. El Valencia anda corto de efectivos, especialmente en ataque. Al de l´Alcúdia las circunstancias le obligan a rotar. Sin Nani, Mina, Rodrigo y Montoya lesionados y Orellana sancionado tras la doble amarilla de Mendizorroza, el técnico convino ayer que lo mejor era que Parejo, Zaza y Munir, tres de los futbolistas más exprimidos, se retirasen tras el calentamiento. Los necesita sí o sí, por eso decidió que presenciaran el resto del entrenamiento a pie de campo. Voro ha reclutado para la cita a 20 futbolistas, entre ellos los canteranos Lato, Rafa Mir y Nacho Gil, que podrían ser protagonistas en el segundo tiempo para oxigenar al equipo. La buena noticia es que vuelve Gayà. El rival invita a creer y es que los pepineros sacan lo mejor del Valencia: tres victorias en tres enfrentamientos esta temporada.