Once del Valencia CF: Jaume; Montoya, Garay, Mangala, Gayà; Enzo, Parejo, Carlos Soler; Cancelo, Nani y Zaza.

La plantilla del Valencia CF vuelve otro fin de semana a la competición sin más objetivo por el que pelear que el de honrar la histórica camiseta que viste. El orgullo y poco más... el pequeño pellizco económico que significa ascender unos cuantos peldaños en la clasificación y, sobre todo, los intentos finales por maquillar la empobrecida imagen del club; consecuencia de las decisiones erróneas de sus dirigentes y el mal obrar de los actores en el campo de batalla: los jugadores. En este penúltimo día del curso la afición blanquinegra tendrá que ser testigo de un partido sin cartel ni publicidad posible. Un cara a cara entre el colista, Osasuna, y la mayor de las decepciones de la Liga por segunda temporada consecutiva, el Valencia de Peter Lim.

A primera hora de la tarde, en plena celebración del día de la madre, Mestalla acogerá el duelo entre un equipo ya descendido a Segunda y un Valencia en tierra de nadie, tan lejos de Europa como de empatizar con una masa social que cada vez asiste con menos peso y frecuencia al coliseo de la Avenida de Suècia. Dos clubes que piensan más en el futuro que en los tres encuentros que quedan. Ese es el triste paisaje que el máximo accionista y los ejecutivos de confianza que ha ido dejando al frente han desdibujado desde mediados de 2015. De un equipo clasificado para la Champions, al Valencia más alejado de la cuarta plaza que se ha visto nunca. Ese es el resultado de la involución sufrida en materia deportiva.

Pese a la recuperación de las constantes vitales de la mano de Voro -una reacción válida para salvar la categoría en un año en el que por ahora dos de los tres equipos que bajan no sobrepasan ni los 20 puntos-, la irregularidad del equipo mantiene a falta de sólo tres jornadas al club rozando los registros más negativos tras 82 temporadas en la élite de Primera División. Los once futbolistas que el técnico de l’Alcúdia ponga hoy en liza tratarán de tapar las vergüenzas de una plantilla que ofrece uno de los peores rendimientos de la historia del Valencia CF.

A día de hoy, según el porcentaje de puntos obtenidos, sólo el Valencia del descenso en 1986, el novato de principios de los años 30 y el grupo que se salvó in extremis en 1983 empeoran el bagaje de los protagonistas actuales. A estas alturas de competición, tras 35 jornadas disputadas, los blanquinegros suman cuatro puntos menos que hace un año. Por entonces, a las órdenes de Pako Ayestaran, con 44 puntos, los valencianistas encadenaron tres derrotas en los últimos duelos: Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad. Ahora los de Voro tienen la oportunidad de mejorar lo hecho el pasado curso, cortar una racha de tres derrotas seguidas y, sobre todo, lavar ligeramente la cara al escudo delante de una parroquia, la de Mestalla, que cada vez presenta una grada más fría y desértica. En el último choque frente a la Real la entrada apenas rebasó los 26.000 espectadores, la segunda más corta de la temporada tras la visita del Málaga en diciembre (23.121).

Por ahora, la presente ocuparía la cuarta plaza en el top-5 de ‘temporadas horribilis’ del Valencia CF. En el sprint final de Liga los jugadores se juegan la honra de no conformar el equipo blanquinegro más derrotado de la historia. Este grupo iguala ya los 17 partidos perdidos del año del descenso y del de Ronald Koeman (2008) y están a sólo uno de los 18 de 1983. Otro de los retos que le queda al Valencia 16/17 en sus últimos coletazos durante el mes de mayo es el de no convertirse en el conjunto más goleado en toda su historia. En 1986 el equipo descendió a Segunda con 62 goles en su contra en 34 partidos, los mismos que en el curso 2007/08 en 38 jornadas. Antes de enfrentarse a Osasuna Diego Alves (56) y Ryan (5) han encajado 61. Jaume cogerá este domingo el testigo con la motivación de dejar la portería a cero.

Entre los puntos de interés del partido destaca ver qué entrada presenta Mestalla y cómo recibe a un conjunto que recupera a Enzo Pérez y a los sancionados Zaza y Joao Cancelo. Los blanquinegros, ya a 29 puntos de Champions, deben ganar los tres partidos que quedan si no desean ser el Valencia más distanciado de la cuarta plaza desde la Liga de tres puntos hace 21 años.